Cirugía de la incontinencia fecal

¿Qué es?

Dificultad técnica:
media
Duración media del procedimiento:
60 minutos
Duración media de la estancia hospitalaria:
2 días

¿Cuándo está indicado este procedimiento?

La causa más común de incontinencia fecal es una lesión del esfínter producida durante el parto (OASIS) y el envejecimiento. Existen criterios de selección para identificar a un candidato óptimo para el tratamiento de la incontinencia y están plenamente validados en forma de sistemas de puntuación y cuestionarios de calidad de vida. La manometría y la ecografía endoanal se utilizan actualmente para evaluar el lugar y la gravedad de las lesiones del esfínter.  

¿Cómo se realiza?

La mayoría de los tratamientos quirúrgicos para la incontinencia se realizan con anestesia loco-regional como casos de cirugía de día, aunque a veces puedan requerir algunos días de ingreso hospitalario.

Las prótesis esfinterianas (conocidas como Sphin Keeper) y el implante de electrodos (SNS) suelen ser procedimientos indoloros que se realizan en menos de una hora. Se adoptan instrumentos específicos y precisos para implantar los dispositivos. La reconstrucción quirúrgica es una sutura directa del músculo roto y requiere una incisión perianal de no más de 4-6 cm que se cura fácilmente en 10-15 días. Después de estos procedimientos se necesita una terapia mínima contra el dolor.

Recuperación

La duración de la estancia es de 2 días. Son operaciones mínimamente invasivas e indoloras. Requieren un periodo de convalecencia de unas 2 semanas con una vida tranquila y sin excesivo esfuerzo físico.

Complicaciones a corto plazo

La reconstrucción de esfínteres o el implante de dispositivos para la incontinencia fecal no tienen una tasa significativa de efectos secundarios o complicaciones. El dolor mayor o menor es un acontecimiento inusual y la infección del sitio quirúrgico o la hemorragia son extremadamente raras. Otras complicaciones, como los extravíos transitorios, el mal funcionamiento u otros problemas técnicos, suelen resolverse fácilmente sin que tengan un impacto significativo en el estado general del paciente o la necesidad de volver a operar.

Complicaciones de larga duración

La mayor complicación a largo plazo es la reaparición de los síntomas

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