Estenosis mitral
¿Qué es?
La estenosis de la válvula mitral es una condición patológica en la que la válvula mitral no se abre completamente, impidiendo que la sangre fluya normalmente desde la aurícula izquierda al ventrículo izquierdo. Entre otros efectos, la enfermedad puede provocar sensación de cansancio y "falta de aire".
La prevención de la estenosis mitral se consigue con el tratamiento antibiótico de la amigdalitis estreptocócica en la infancia, antes de que se convierta en fiebre reumática. Si no se trata, la estenosis mitral puede provocar importantes complicaciones en el corazón y la circulación pulmonar.
Causas y factores de riesgo
La principal causa de la estenosis mitral es la fiebre reumática (reumatismo articular agudo) relacionada con una infección estreptocócica. La fiebre reumática, que se ha convertido en algo raro en Italia pero que sigue estando presente en los países en desarrollo, puede provocar graves alteraciones de la válvula mitral. Las causas de la estenosis mitral incluyen:
- Fiebre reumática
- Anomalías del metabolismo del calcio
- Defectos valvulares congénitos
- Radioterapia de tórax
- Enfermedades autoinmunes como el lupus eritematoso
Los factores de riesgo son: antecedentes de fiebre reumática e infección estreptocócica no tratada
Si no se trata, la estenosis mitral conlleva graves consecuencias como:
Insuficiencia cardíaca y edema pulmonar: el aumento de la presión en la aurícula izquierda provoca la acumulación de líquido en los pulmones, lo que da lugar a la aparición de disnea de esfuerzo y, en casos graves, de edema pulmonar. Si este proceso progresa, las presiones también aumentan en la circulación pulmonar (hipertensión pulmonar), lo que a la larga también afecta al ventrículo derecho y a la válvula tricúspide.
Dilatación de la aurícula izquierda y aparición de fibrilación auricular, una arritmia generada por la dilatación y el estiramiento de la pared auricular. la presencia de fibrilación auricular junto con la estenosis mitral conlleva un riesgo importante de formación de trombos dentro de la aurícula izquierda, con el consiguiente riesgo de ictus y embolia periférica.
En presencia de una estenosis mitral, es necesaria una evaluación cardiológica, que incluya exámenes instrumentales como la ecocardiografía, para establecer el estado clínico (síntomas y su gravedad) y para un juicio de posible reparabilidad.
¿Cuáles son los síntomas?
La estenosis mitral puede cursar de forma asintomática o con síntomas leves incluso durante décadas. Su evolución es lenta en la mayoría de los casos. La estenosis mitral también se clasifica en leve, moderada y grave. Los síntomas que pueden aparecer y que determinan la necesidad de una revisión cardiológica son:
Los síntomas pueden aparecer o empeorar en cualquier momento en que la frecuencia cardíaca aumente (por ejemplo, en caso de esfuerzo) y pueden ser desencadenados por el embarazo o una infección. Los síntomas suelen aparecer entre los 15 y los 40 años, pero pueden aparecer a cualquier edad.
- Disnea
- Fatiga
- Hinchazón de piernas y pies
- Palpitaciones
- Mareos o desmayos
- Ictus
¿Cómo se diagnostica?
La estenosis mitral se diagnostica con un ecocardiograma colordoppler
Exámenes sugeridos
¿Cómo se trata?
El objetivo del tratamiento es mejorar la función del corazón, reducir los síntomas y/o evitar posibles complicaciones futuras.
En las primeras fases de la enfermedad, especialmente en los pacientes con estenosis mitral de leve a moderada y síntomas moderados, se recomiendan controles clínicos periódicos.
Aunque los fármacos no pueden tratar el defecto valvular, puede estar indicada una terapia médica destinada a tratar los síntomas o a prevenir las complicaciones.
El tratamiento médico puede incluir: diuréticos para reducir la acumulación de líquido en los pulmones, antitrombóticos (anticoagulantes) para evitar la formación de trombos, betabloqueantes para reducir la frecuencia cardíaca y favorecer el llenado del corazón, antiarrítmicos para tratar la fibrilación auricular u otras alteraciones del ritmo, antibióticos para evitar la reaparición de la fiebre reumática si ésta es la causa de la valvulopatía.
La cirugía para tratar la estenosis mitral puede ser de reparación o de sustitución.
Tanto la cirugía de reparación como la de sustitución se realizan con parada cardíaca y circulación extracorpórea.
Las opciones quirúrgicas son:
Comisurotomía. Los procedimientos quirúrgicos pueden incluir: a) la eliminación de las calcificaciones que suelen alterar el perfil y el grosor de las valvas, ocupan el tejido anular y son responsables de la fusión de las zonas de unión de las valvas o comisura. b) la movilización de las valvas y del aparato subvalvular. c) el posible refuerzo del anillo (annulus) que rodea la válvula mediante la implantación de un anillo artificial (anuloplastia).
Sustitución de válvulas. Si la comisurotomía no es posible o no garantiza un resultado óptimo y duradero (aparato valvular extremadamente calcificado en todos sus componentes), está indicada la sustitución de la válvula mitral por una prótesis, que puede ser
mecánica, robusta y duradera como para considerarla una solución definitiva. Los materiales metálicos que lo componen obligan al paciente a seguir una terapia anticoagulante de por vida para evitar la formación de coágulos (embolias).
biológica, compuesta de un material de origen animal. Esta característica, por un lado, no requiere que el paciente siga una terapia anticoagulante, pero, por otro lado, expone la prótesis al desgaste con una posible necesidad de reintervención.
Los enfoques quirúrgicos que pueden utilizarse difieren según el grado de invasividad:
la cirugía tradicional es la esternotomía total, mientras que el llamado enfoque mínimamente invasivo puede ser:
la intervención mínimamente invasiva de minitoracotomía anterior derecha: es un enfoque más utilizado. Se accede a través del tercer o cuarto espacio intercostal, con una incisión cutánea de unos 5-6 cm, sin dañar ninguna estructura ósea (esternón y costillas).
la operación de esternotomía parcial mínimamente invasiva: se trata de una técnica poco utilizada que implica incisiones cutáneas más cortas y permite dejar parte del esternón intacto.
La cirugía mínimamente invasiva de minitoracotomía, frente a la esternotomía total, ha demostrado tener ventajas para el paciente, como mejores resultados clínicos, especialmente en la reducción de la hemorragia postoperatoria, la reducción de la unidad de cuidados intensivos y la estancia hospitalaria global, con la consiguiente reducción del tiempo de convalecencia y la reanudación de la vida normal después de la cirugía. Para la cirugía mínimamente invasiva de la válvula mitral, siempre es esencial remitirse a un centro de excelencia.
Intervención no quirúrgica: valvuloplastia mitral percutánea: En casos seleccionados (ausencia de calcificación significativa de las valvas mitrales, ausencia de insuficiencia mitral significativa asociada), se puede utilizar la técnica de valvuloplastia mitral percutánea. El procedimiento es totalmente percutáneo y transcatado y consiste en la introducción, a través de la vena femoral, de un catéter equipado con un balón inflable en su extremo. El catéter se empuja hasta llegar a la válvula estenótica y se abre la válvula inflando el globo. En casos bien seleccionados, el procedimiento es extremadamente eficaz para reducir la extensión de la estenosis y mejorar los síntomas.
Sin embargo, todas las opciones posibles y los aspectos relacionados con cada paciente individual se discuten y exploran en profundidad con el cirujano cardíaco antes de proceder a la intervención quirúrgica.
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