Vértigo: reconocimiento y tratamiento

Vértigo: reconocimiento y tratamiento

Fecha de publicación: 15-01-2021

Actualizado en: 01-03-2023

Asunto: Otolaringología

Tiempo estimado de lectura: 1 min

Los vértigos pueden ser de diferentes tipos y con una duración variable. Un experto de Palazzo della Salute Wellness Clinic explica la importancia de acudir a un especialista para tratar el vértigo de la mejor manera posible.

El vértigo es un síntoma de movimiento ilusorio o una sensación de movimiento, cuando se está perfectamente quieto. Se trata de un fenómeno transitorio de duración variable que puede ser aprovechado de forma repentina. Existen diferentes tipos de vértigo, aunque principalmente es de tipo rotatorio y puede provocar una verdadera "caída de vértigo". Este problema afecta a casi todas las personas a lo largo de la vida y aumenta con la edad.

El Dr. Pietro Bassi, neurólogo del Centro de Diagnóstico y Tratamiento del Dolor de Cabeza y del Centro de Diagnóstico y Tratamiento del Vértigo del Palazzo della Salute, explica cómo reconocerlo y la importancia de acudir a un especialista con experiencia.

Tipos de vertigo

En el 90% de los casos, el vértigo se debe a cambios en 2 órganos, el oído y el cerebro. Estos diferentes tipos de vértigo que se pueden distinguir desde el punto de vista clínico, es decir, durante la cita con el especialista, al mismo tiempo requieren también investigaciones instrumentales para un diagnóstico más adecuado.

Peripheral vertigo

"Se llama periférico, cuando está causado por un problema vestibular del oído interno, de los cuales el más frecuente es el vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB). Este tipo de vértigo, ligado al movimiento de la cabeza, lleva a la persona a perder la percepción de su cabeza en el espacio. Esta sensación cesa unos segundos después de que se detenga el movimiento de la cabeza.

La causa del VPPB está vinculada a un desprendimiento de pequeños cristales de oxalato de calcio, llamados otolitos, del aparato vestibular en el interior del oído, lo que provoca este vértigo cada vez que se realiza un movimiento. Este fenómeno se denomina cupololitiasis.

Cuando estos otolitos, como consecuencia de un traumatismo, accidentes deportivos, familiaridad u otras causas, se desprenden de la estructura que los mantiene unidos, provocan trastornos anómalos que al tocar otras partes del oído interno, transmiten al cerebro una señal diferente de un oído a otro. Si llegan al cerebro dos señales diferentes, se genera el vértigo, ya que las dos señales no están sincronizadas", explica el Dr. Bassi.

Además del vértigo paroxístico benigno, también existe una patología del nervio que, antes conocida como laberintitis, ahora se llama neuronitis vestibular. Se trata de una inflamación o isquemia del nervio vestibular que conecta el laberinto (es decir, el conjunto de canales que conforman el aparato vestibular del oído interno) con el cerebro. Esta conexión, utilizada para regular el equilibrio, si se daña, provoca la sensación de vértigo. Lo más frecuente es que la neuronitis vestibular tenga un origen inflamatorio viral.

Vértigo central

"El vértigo central, en cambio, deriva de un problema del cerebro (más frecuentemente del tronco cerebral o del cerebelo) y a veces puede ser un signo de enfermedades aún más graves, como:

  • las de naturaleza inflamatoria, por ejemplo, la esclerosis múltiple;
  • neoplásicas, por ejemplo, tumor cerebral;
  • patologías vasculares, por ejemplo, isquemia cerebral, accidente cerebrovascular".

El pseudovértigo

"Además de los periféricos y centrales, también existen los pseudovértigos, o sensaciones de inestabilidad que tienen características diferentes a las del vértigo real (especialmente la sensación de inestabilidad al caminar). Con mayor frecuencia, esta inestabilidad tiene un origen microvascular".

Factores de riesgo y síntomas asociados

Los factores de riesgo más importantes relacionados con la aparición del vértigo son

  • postura y hábitos incorrectos;
  • hipertensión;
  • diabetes;
  • nutrición incorrecta;
  • medicamentos ototóxicos (es decir, perjudiciales para el oído).

Los síntomas que acompañan a la sensación de vértigo, además de la desorientación espacial, también pueden incluir:

  • náuseas;
  • vómitos;
  • pérdida de equilibrio;
  • nistagmo, es decir, movimientos oscilantes de los ojos;
  • trastornos auditivos;
  • caída al suelo.

La duración de los mareos es variable y depende de la causa. Pueden aparecer tanto de forma gradual como repentina y, si son frecuentes, deben llevar a la persona que los padece a ponerse en contacto con un experto lo antes posible.

Diagnóstico

"Los especialistas a los que acudimos son el otorrinolaringólogo y el neurólogo y no es raro que trabajen en estrecha sinergia. El primer paso es, sin duda, una exploración objetiva que orientará al especialista a prescribir la vía diagnóstica más adecuada.

Es importante evaluar el conducto auditivo externo y el análisis del nistagmo para comprobar los movimientos involuntarios de los globos oculares.

La figura del otorrinolaringólogo es esencial para excluir patologías más "triviales" (por ejemplo, tapón de cera, rotura del tímpano) y derivar al paciente al neurólogo, que investigará esa patología concreta mediante exámenes especializados.

Casi siempre se procede al diagnóstico por imagen. La resonancia magnética proporciona al especialista imágenes más detalladas de los órganos y tejidos internos del cuerpo humano y, en comparación con TC, que se utilizaba más en el pasado, es más segura porque no utiliza radiaciones ionizantes, que son más perjudiciales para la salud" - explica el Dr. Bassi.

Cómo curar el vertigo

El tratamiento del vértigo varía según el origen del trastorno:

  • Vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB): la terapia consiste en maniobras liberadoras como la maniobra de Hallpike, la más frecuente, útil para llevar los otolitos a un punto en el que ya no puedan perjudicar restableciendo el equilibrio de la persona. Estas maniobras particulares deben ser realizadas únicamente por especialistas experimentados. Prevén un número de sesiones que puede variar en función del número de otolitos dispersos en el oído interno. La curación puede producirse muy rápidamente o en unas pocas semanas o meses.
  • Neuronitis vestibular, es decir, inflamación del nervio: se utiliza una terapia farmacológica con adición de fármacos específicos como cortisona, antihistamínicos o neurolépticos.
  • Vértigo central: es necesario investigar más a fondo las causas de la enfermedad, tratándolas con terapias específicas.

Prevención

Además de estas indicaciones, es aconsejable aplicar algunas conductas útiles desde el punto de vista preventivo, como:

  • evitar movimientos bruscos con la cabeza;
  • evitar levantarse de la cama demasiado rápido;
  • evitar girarse con el único movimiento del cuello cuando, por ejemplo, le llamen;
  • evitar, en la medida de lo posible, las situaciones de estrés que puedan hacer surgir o empeorar los síntomas.

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