Qué es la melatonina y cuáles son sus beneficios
Fecha de publicación: 14-03-2024
Actualizado en: 15-03-2024
Asunto: Neurología
Tiempo estimado de lectura: 1 min
Autor del Artículo
Francesca BoldreghiniEditor médico
Paola ProserpioEditor y Traductor
Viktoryia LuhakovaLa melatonina es una hormona que regula nuestro sueño y es producida casi exclusivamente por la glándula pineal o epífisis, una estructura situada en las profundidades del cerebro. Los niveles de melatonina en la sangre varían a lo largo de las 24 horas: en concreto, son bajos durante el día, mientras que empiezan a aumentar entre 1 y 3 horas antes de la hora habitual de acostarse, permanecen altos mientras dura el sueño y disminuyen aproximadamente una hora antes de la hora en que nos despertamos.
Sus funciones son múltiples, hasta el punto de que se utiliza, como se ha dicho, tanto para regularizar el sueño como para tratar otras dolencias como el insomnio.
La doctora Paola Proserpio, neuróloga experta en trastornos del sueño de la Unidad Operativa de Neurología del Hospital IRCCS San Raffaele Turro, explica qué mecanismos regulan la función de esta hormona, cuáles son sus efectos y cómo se utiliza.
La melatonina y el ritmo circadiano
"Como se ha dicho, la melatonina desempeña varias actividades pero, en lo que respecta al sueño", explica la Dra. Proserpio, "es la principal hormona que regula el ritmo circadiano, es decir, el mecanismo que permite la sincronización entre:
- el ritmo luz/oscuridad;
- el ritmo sueño/vigilia.
En la práctica, la reducción de la estimulación luminosa en las horas vespertinas activa, a través de receptores particulares de la retina, la producción de melatonina por la glándula pineal. Esta sustancia, al reducir los niveles de temperatura interna, activa a su vez los mecanismos inductores del sueño.
En función del momento en que se produce la melatonina, se distinguen 2 tipos, o cronotipos, de sujetos:
- los "búhos", es decir, las personas con un cronotipo serotónico, son aquellas que tienden a ser muy activas y productivas por la noche, se acuestan tarde, pero les cuesta levantarse temprano por la mañana;
- las "alondras", o cronotipo matutino, son aquellas personas que sienten sueño a primera hora de la noche, pero que consiguen levantarse temprano por la mañana y ser más productivas en las primeras horas del día".
Cuándo puede ser útil la suplementación
Como la melatonina es la principal hormona reguladora del ritmo circadiano, su suplementación puede ser útil:
- para inducir el sueño (especialmente en las personas mayores);
- para regular el ritmo sueño-vigilia.
"Por desgracia, los niveles de melatonina endógena (es decir, la que se produce internamente) disminuyen drásticamente con la edad y éste puede ser uno de los factores que explican la reducción de la calidad y la cantidad del sueño en los adultos mayores. Por lo tanto, el uso de melatonina de liberación prolongada está reconocido como una opción de tratamiento para el insomnio en personas mayores de 55 años", prosigue.
A la inversa, dado que la melatonina también regula la hora a la que el sujeto se duerme, su uso parece indicado en sujetos con alteraciones del ritmo circadiano.
Por poner un ejemplo, en el mundo moderno, los adolescentes a menudo tienden a posponer cada vez más la hora de acostarse, y a veces les cuesta despertarse a una hora conveniente para poder ir al colegio. Si este problema se vuelve crónico y empeora con el tiempo, puede interferir significativamente en el rendimiento diurno y en la capacidad del sujeto para despertarse y mantenerse despierto y atento en la escuela (en este caso hablamos de "síndrome de aplazamiento de fase"). En estas situaciones, el uso constante de melatonina unas horas antes de dormirse, junto con normas de comportamiento, puede ser una herramienta útil para resolver el problema.
Por último, el uso de melatonina ha sido reconocido recientemente como uno de los tratamientos de primera elección en niños/adolescentes con trastornos del neurodesarrollo (especialmente autismo) y trastornos del sueño".
Cómo tomar melatonina: indicaciones y efectos secundarios
Existen numerosas formulaciones de melatonina en el mercado, tanto de liberación prolongada como de liberación lenta, a menudo en combinación con otras sustancias fitoterapéuticas. Como fármaco, sólo la melatonina de liberación prolongada (2 mg) está reconocida como indicada en el tratamiento del insomnio en sujetos mayores de 55 años.
"Para el tratamiento de las alteraciones del ritmo circadiano", señala la especialista, "se sugieren en cambio formulaciones de liberación rápida, también con unas dosis más bajas (1 mg).
Lamentablemente, las directrices actuales nos muestran que hasta la fecha no existen estudios sólidos a favor de la eficacia de los agentes fitoterapéuticos (por ejemplo, magnesio, triptófano, valeriana, manzanilla) en el tratamiento del insomnio. Sin embargo, existen pocas pruebas que sugieran la utilidad de estas sustancias en determinados casos de insomnio, sobre todo si se tiene en cuenta que carecen de contraindicaciones y efectos secundarios".
El único efecto secundario de la melatonina es una sedación excesiva, sensación que puede presentarse sobre todo por la mañana al despertar y que tiende a disminuir a lo largo del día. Esto ocurre raramente en individuos hipersensibles y especialmente en ancianos.
También debe tenerse precaución en personas que padezcan enfermedades autoinmunes. Por último, ante la falta de estudios de eficacia y seguridad, su uso está contraindicado en el embarazo.
Otras aplicaciones de la melatonina
“Cada vez son más los estudios que demuestran que la melatonina es una sustancia con múltiples acciones reguladoras en los sistemas del organismo", concluye Proserpio, "por ejemplo, se le reconocen acciones antiinflamatorias y antioxidantes, razón por la cual se recomendó su uso durante la pandemia de Covid-19 para reducir la susceptibilidad o la gravedad de la enfermedad.
Además, también por su acción antiinflamatoria y neuroprotectora a nivel del sistema nervioso central, parece que esta hormona pueda tener una acción protectora contra las enfermedades neurodegenerativas impidiendo, en particular, el depósito y la acumulación de sustancias neurotóxicas.
Otras pruebas, aún por confirmar con estudios clínicos en grandes poblaciones, sugieren su posible papel y uso:
- en la modulación del dolor;
- en la mejora de la fertilidad;
- en la reducción de la progresión de patologías oncológicas;
- en la mejora del curso de enfermedades psiquiátricas crónicas".