Cuándo hacer la primera revisión ocular a los niños

Las revisiones de la vista deben ser periódicas:

"Para identificar y resolver con prontitud cualquier problema del sistema visual que, con el paso del tiempo y el crecimiento, pueda causar problemas de visión irreversibles, es aconsejable realizar las primeras revisiones desde los primeros meses de vida", dice el profesor Bandello.

Se recomienda realizar los controles de la vista de los niños según el calendario siguiente:

• el primer control debe realizarse al nacer
• el segundo alrededor del sexto mes de vida;
• el tercero, en la edad de 3 años.

Además, se recomienda hacer otra antes de empezar los estudios en la primaria, cuando la vista adquiere un papel aún más importante y, en ausencia de otros problemas, una vez cada 2-3 años.

Además de los controles periódicos, hay que prestar atención a las señales que se manifiestan, sobre todo en los primeros años de vida del niño. Estos son algunos de los comportamientos a los que se debe prestar atención:

• dolor de cabeza frecuente;
• parpadeo frecuente;
• tendencia a inclinar la cabeza hacia un lado cuando el niño observa algo;
• tendencia a frotarse los ojos con frecuencia.

En este momento histórico concreto, una de las preocupaciones actuales relacionadas con la vista es la posibilidad de que el aprendizaje a distancia y el consiguiente uso prolongado de las pantallas puedan perjudicar la vista de las jóvenes generaciones, provocando miopía.

La miopía es un defecto de la visión que consiste en una disminución progresiva de la capacidad de enfocar objetos lejanos. Su aparición puede verse favorecida por una acomodación prolongada y continua, que es la función que permite enfocar los objetos a corta distancia.

"Sin embargo, es poco probable que el uso intenso de dispositivos en los últimos meses y la consiguiente mayor activación del mecanismo de acomodación haya podido causar daños en el aparato visual, sobre todo porque los niños tienen una mayor capacidad de acomodación que los adultos. A pesar de ello, para una correcta prevención, hay que recordar a los niños y jóvenes que deben alternar las horas de estudio, que implican una visión cercana, con intervalos de tiempo, aunque sean cortos, en los que miren objetos lejanos", concluye el profesor.

Entre ellos encontramos:

• hipermetropía: defecto visual opuesto a la miopía, por el que los objetos cercanos aparecen borrosos. Suele disminuir con el desarrollo del ojo, desapareciendo por completo en torno a los 6 años. Si persiste, es necesario intervenir rápidamente para corregirla con unas gafas especiales;
• astigmatismo: también asociado a la hipermetropía o a la miopía, supone una visión distorsionada tanto de lejos como de cerca;
• ambliopía u "ojo vago": trastorno difícil de identificar sin visitar a un especialista, que consiste en la reducción de la visión de uno de los dos ojos;
• estrabismo: trastorno relacionado con la mala coordinación de la acción de los músculos oculares. En los primeros 4-6 meses de vida, un estrabismo no constante puede no ser problemático, pero, si el defecto continúa o en caso de dudas, es necesario un examen ocular.