Tratamiento de la disfunción suprarrenal
¿Qué es?
El tratamiento de la disfunción suprarrenal varía según la patología y la función de la glándula suprarrenal, es decir, si produce demasiada o poca hormona, y puede ser farmacológico y/o quirúrgico. Las glándulas suprarrenales son fundamentales para la vida humana y se dedican a la producción de varias hormonas, como el cortisol, la aldosterona, los andrógenos y las catecolaminas.
¿Cuándo está indicado este procedimiento?
Si las dos glándulas suprarrenales dejan de funcionar, o si tienen que ser extirpadas debido a una enfermedad, es esencial seguir una terapia de sustitución para reemplazar las hormonas que ya no se producen.
¿Cómo se realiza?
El tratamiento farmacológico más adecuado de la deficiencia de hormonas suprarrenales implica el uso de corticosteroides, generalmente cortisona o hidrocortisona, y a veces la adición de un fármaco mineralocorticoide como la fludrocortisona. Generalmente, estos fármacos se toman por vía oral, aunque, en algunos casos especiales o de extrema gravedad y/o emergencia, pueden administrarse directamente por vía intravenosa. Sin embargo, para el exceso de producción, remítase al tratamiento de la afección específica (por ejemplo, síndrome de Cushing o feocromocitoma).
Recuperación
Si la terapia no se toma correctamente o si el paciente está sometido a un estrés físico, como durante una infección, que requiere un aumento de la dosis de corticosteroides, existe el riesgo de que se produzca una crisis hiposuprarrenal, una condición muy grave que amenaza la supervivencia del paciente. Si, por lo contrario, la ingesta de corticoides fuera superior a la necesaria, se correría el riesgo de sufrir todos los efectos secundarios típicos del hipercortisolismo.
¿Dónde lo tratamos?
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