Testículos no descendidos (criptorquidia) en niños
¿Qué es?
Criptorquidia significa "testículo oculto".
El testículo surge por debajo del riñón. Luego desciende a lo largo de la cavidad abdominal hasta la región inguinal y llega al escroto en el séptimo mes de embarazo.
Es la ausencia de uno o ambos testículos en el escroto.
Si el testículo permanece fuera de la bolsa escrotal más allá de los dos años, se producirán daños estructurales irreversibles que pueden comprometer la futura fertilidad del sujeto. Los varones que a la edad de 15 años o más siguen teniendo una criptorquidia no corregida tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer testicular.
Causas y factores de riesgo
La criptorquidia puede ser congénita o deberse a que los testículos no descienden a la bolsa escrotal. En este último caso, no todos coinciden en la causa. Hay dos hipótesis principales:
- hipótesis mecánica obstructiva: un obstáculo anatómico en el recorrido del testículo impide su descenso al escroto;
- hipótesis endocrinológica: existe un déficit hormonal o, en todo caso, una reducción de la acción hormonal de manera que no se estimula el descenso del testículo.
¿Cuáles son los síntomas?
La criptorquidia no implica dolor, el niño no se queja y sólo la observación de los padres o del médico revela la ausencia del testículo en el escroto.
Un examen especializado del cirujano pediátrico o del urólogo pediátrico permite evaluar si el testículo está en el escroto o es palpable a nivel del canal inguinal. La realización de otros exámenes, como la ecografía abdominal, no es útil para el diagnóstico. De hecho, el testículo ya se palpa en el momento de la exploración y, si está presente en zonas más ocultas, no puede reconocerse ni siquiera con exámenes instrumentales.
¿Cómo se diagnostica?
En el caso de un testículo no palpable, se realiza una laparoscopia exploratoria para determinar si el testículo está ausente o presente en la cavidad abdominal. Este examen se realiza bajo anestesia general y permite evaluar la anatomía interna exacta, gracias a una pequeña cámara que se introduce en el abdomen desde el ombligo.
¿Cómo se trata?
El descenso espontáneo del testículo puede producirse hasta los 18 meses de edad. Por lo tanto, se espera a esta edad antes de emprender cualquier tratamiento.
La opción de tratamiento menos invasiva, llevada a cabo de forma ambulatoria o en casa, es la terapia hormonal. Este último se basa en la administración de dosis bajas de hormonas masculinas que actúan sólo a nivel testicular, sin efectos secundarios. Sin embargo, es eficaz en un pequeño número de casos.
A los 2 años, si el testículo no ha descendido al escroto de forma espontánea o mediante terapia médica, se recomienda la cirugía correctiva para evitar problemas de infertilidad en la edad adulta. La orquidectomía abierta implica una incisión a nivel inguinal, la liberación del cordón espermático de todo lo que pueda obstruir el descenso del testículo y la colocación del testículo en el escroto, respetando al máximo la vascularización.
La duración de la operación varía de unos 20 minutos a 1 hora y requiere una breve hospitalización o se realiza en Hospital de Día.
La orcopexia laparoscópica, en cambio, implica dos o tres pequeñas incisiones en el abdomen para introducir una pequeña cámara y los instrumentos necesarios: de este modo, la operación se realiza visualizando las estructuras anatómicas internas y evitando grandes incisiones en la piel. La operación es similar a la orquidectomía abierta, pero dura unos 30 minutos y requiere una noche de hospitalización.
¿Está interesado en recibir tratamiento?