Danzaterapia: curiosidades y aplicaciones

Danzaterapia (DMT) es una disciplina dentro del espectro más amplio de las Terapias Artísticas (Ley Italiana 4/2013 y la NORMA UNI n.11592:2015) y puede aplicarse a varios campos y contextos. También se han definido como Terapias Expresivas ya que hacen uso de métodos que provienen de las artes y cuyo objetivo es desarrollar los procesos creativos para promover la salud y el bienestar del individuo y del grupo.

Esta terapia estimula el proceso creativo a través de la danza y el movimiento y permite a las personas relacionarse con otras dentro de un campo operativo que es el grupo, el cual está formado por individuos que interactúan, se integran y se relacionan entre sí.

La música funciona como contenedor de la experiencia, tiene un fuerte poder evocador, estimula la imaginación y permite canalizar las emociones. Además, el ritmo desempeña un poderoso papel como organizador biológico, psicológico y relacional [3].

Es un espacio donde podemos cuidarnos, donde se estimulan los potenciales creativos de cada uno a través de la comunicación expresiva-relacional del cuerpo. Es un espacio que se aleja de los objetivos técnicos y estéticos típicos de la danza de representación o de la danza profesional o de la danza en el deporte; se desarrolla en un entorno seguro, bien definido y sin prejuicios.

Danzaterapia nació en los años 40 en Estados Unidos [4], y posteriormente se extendió a Europa e Italia a principios de los años 70. Desde la década de 1990 la literatura científica [5] ha formulado una posible aplicación de este tipo de intervención para las principales patologías psicológicas, así como para la demencia [6]. Se han descrito ejemplos de su aplicación asociados al tratamiento de trastornos psicóticos, ansiedad, trastornos de la alimentación, adicciones patológicas y trastornos del estado de ánimo.

Danzaterapia también se ha utilizado en otras áreas de la medicina, como en cardiología, y oncología y en mujeres antes y después del parto.

Danzaterapia ha sido ampliamente utilizada en el sector educativo, en el desarrollo de comunidades, en los procesos de transculturación, en el crecimiento de las competencias relacionales y en la construcción de equipos. Por último, no debemos pasar por alto que el mundo artístico, origen de la Danzaterapia, se convierte luego en su beneficiario en su aplicación en la formación de actores y bailarines, o como apoyo en la enseñanza de la música.

Danzaterapia es un tipo de terapia expresiva que puede aplicarse a grupos de pacientes de todas las edades y está indicada como una de las intervenciones de rehabilitación útiles en los Trastornos del Estado de Ánimo junto con la musicoterapia, y como las técnicas de relajación cuyo objetivo es contribuir a la mejora de la percepción de sí mismo, de la imagen corporal, de las funciones psicomotoras y de las relaciones interpersonales de los pacientes [7, 8].

Desde hace algunos años, la Danzaterapia se utiliza como actividad de rehabilitación en el tratamiento integral de pacientes hospitalizados por episodios depresivos moderados en la Unidad Operativa de Rehabilitación de Trastornos del Estado de Ánimo del Hospital San Raffaele Turro. Los pacientes participan en 3 laboratorios semanales de 45 minutos cada uno en un espacio específico, y nuestra experiencia concuerda con lo que ya ha surgido en la literatura respecto a los efectos beneficiosos de la Danzaterapia sobre los síntomas ansioso-depresivos y, en general, sobre la calidad de vida percibida por los pacientes [9].

A la luz de todas estas observaciones, la realización regular de laboratorios de Danzaterapia en las salas de rehabilitación podría ser un recurso añadido para el sistema sanitario.