Piojos y garrapatas: ¿cómo eliminarlos?

Los piojos son pequeños parásitos que se alimentan de la sangre humana y provocan picores molestos. Se producen principalmente en el cuero cabelludo, ocultándose en el cabello. No importa lo largo o limpio que sea el pelo, simplemente encuentran un entorno hospitalario y depositan allí sus huevos.

La única consecuencia de los piojos para el ser humano es el picor y el malestar social. 

La pediculosis de la cabeza se refiere a una infestación de piojos en la cabeza o en otras zonas del cuerpo. No se trata de una enfermedad, sino simplemente de una infestación que se manifiesta mucho en los meses de verano, ya que los piojos se reproducen rápidamente y migran de un ser humano a otro con gran facilidad, pero el gran reservorio sigue siendo, en la actualidad, en las comunidades escolares, especialmente los jardines de infancia y las escuelas primarias por la gran propensión de los niños al contacto físico.

La pediculosis capitis nunca es rápida y fácil de resolver porque la gran insidia siguen siendo los huevos (liendres). En el caso de una infestación de piojos establecida, se puede utilizar:

• productos en forma de champús, mousses, geles y esprays a base de Malathion, que provocan la parálisis respiratoria del parásito y también tienen una cierta actividad pediculocida sobre los huevos;
• productos extraídos del pelitre, como tetrametrina, permetrina y fenotrina, que son más activos sobre los piojos, pero poco sobre las liendres;
• productos vegetales no químicos, como dimeticona, que matan al parásito por asfixia.

Es esencial la combinación de estas terapias locales con la eliminación mecánica cuidadosa y diaria de las liendres con un peine adecuado que tenga dientes muy densos e indeformables. Esta sigue siendo la parte crucial que a menudo se pasa por alto y que hace que todo el procedimiento de erradicación de la pediculosis sea extremadamente largo y molesto.

Si el procedimiento se lleva a cabo con constancia, se tarda una media de 10-15 días en erradicar los piojos y las liendres. 

Las garrapatas miden sólo unos milímetros, tienen forma ovalada y poseen ocho pequeñas patas. Los machos son oscuros, de un tono que tiende al marrón, mientras que las hembras son más grises. Tienen un aparato bucal que les permite picar al huésped en el que se posan y chupar su sangre.

Se instalan sobre todo en animales como pájaros, roedores, zorros y tejones reptiles, pero también en animales domésticos como perros y gatos, por lo que es importante cuidar la higiene de sus mascotas.

A veces, sin embargo, se instalan en los humanos, afectando:

• cabeza,
• piernas,
• espacio entre los dedos de los pies.

Si camina por praderas con hierba alta, es bueno llevar siempre calzado adecuado y ropa larga, para disminuir el riesgo de entrar en contacto con las garrapatas. 

Las garrapatas también son portadoras de importantes enfermedades como:

• enfermedad de Lyme, transmitida por la garrapata del bosque y que se encuentra principalmente en zonas montañosas y boscosas,
• meningoencefalitis,
• fiebres infecciosas.

La fiebre botonosa mediterránea, en cambio, es transmitida por la garrapata del perro y es frecuente en zonas muy cálidas y secas, sobre todo en el sur de nuestro país.

El verdadero problema es que, al ser completamente indolora, la picadura de la garrapata a menudo no se reconoce y el diagnóstico se hace tarde, trayendo consigo bastantes consecuencias desagradables para nuestra salud. Esto se debe a que mientras la garrapata pica, emite una sustancia ligeramente anestésica que no hace sentir la picadura.

En el caso de una picadura de garrapata, es conveniente retirar el parásito de la piel lo antes posible, sin aplastarlo, sino utilizando unas pinzas, agarrándolo suavemente para evitar romperlo. Una vez agarrada, puede ser útil girar la garrapata para extraerla de la piel sin que se queden partes del animal dentro de nuestra piel.

No debe eliminarse a mano ni con la ayuda de desinfectantes. Sólo después de retirarlo se debe desinfectar la piel con peróxido de hidrógeno y consultar al médico. Puede ser útil guardar el parásito extraído en un frasco cerrado y llevarlo a la oficina de la ATS más cercana por seguridad.

Será necesario vigilar la picadura durante un mes aproximadamente y comprobar los posibles cambios en la piel de la zona que se manifiestan con hinchazón, irritación o en los casos más importantes con el llamado "eritema centrífugo" y la posible aparición de fiebre. En este último caso, la terapia antibiótica sistémica debe ser evaluada por su médico. 

Sin embargo, generalmente la picadura no se siente y, tras unas horas o días en los que el animalito chupa sangre, se desprende del huésped sin consecuencias graves.