Hidrocinesiterapia: cómo funciona la fisioterapia en el agua

"En el agua el peso del cuerpo disminuye por el efecto de flotación, los movimientos son más amplios, se reduce el esfuerzo muscular, se atenúa en gran medida el dolor articular, obteniendo así una descarga articular. Además, se reducen en gran medida los inconvenientes típicos de la fase inicial de la terapia en tierra, como microtraumatismos, inflamación, derrames articulares, que suelen provocar retrasos en la recuperación funcional. Además, al paciente con dolor se le facilita ponerse de pie y caminar", informa la Dra. Lucia di Salvo, fisiatra de los Institutos Clínicos Zucchi y especialista en Hidrología Médica y Medicina Termal.

En el agua se facilita la exhalación y mejora el reflujo venoso gracias a la presión hidrostática que provoca un aumento de la presión intraabdominal que empuja el diafragma hacia arriba, induciendo un aumento de la carga de trabajo de los músculos inspiratorios.

"La resistencia física del agua al movimiento es también un aspecto determinante para las variaciones fisiológicas que puede inducir el ejercicio en el agua: control neuromotor y equilibrio del paciente mejoran al aumentar la velocidad de movimiento en el agua", continúa el Dr. di Salvo.

Por último, un papel fundamental en el tratamiento de hidrocinesiterapia lo desempeña la temperatura. De hecho, la temperatura del agua determina:

• reducción de la rigidez articular y del espasmo muscular;
• aumento del flujo sanguíneo;
• efecto analgésico.

El Camino Vascular dentro de las piscinas de hidroterapia consiste en un camino con agua caliente/fría e hidromasaje que está especialmente diseñado para el tratamiento de enfermedades circulatorias de los miembros inferiores y determina:

• activación de la microcirculación
• activación de los círculos colaterales;
• efecto antiedema.

El aspecto rehabilitador de la hidrocinesiterapia juega un papel fundamental como método específico de prevención, tratamiento y rehabilitación de las enfermedades siguientes.

Trastornos musculoesqueléticos como:

• fracturas;
• coxartrosis;
• gonartrosis;
• patologías del hombro;
• recuperación postoperatoria en cirugía de hombro, cadera y rodilla;
• síndrome hipocinético de inmovilización prolongada.

Hidrocinesiterapia también desempeña un papel importante en el fortalecimiento muscular antes de una operación de prótesis de cadera y rodilla.

Enfermedades vasculares como:

• secuelas de flebopatías crónicas;
• insuficiencia venosa crónica (varices);
• resultados o secuelas de la cirugía vascular periférica;
• varices de los miembros inferiores;
• vasculopatía crónica de los miembros inferiores;
• trastornos vasculares periféricos funcionales.

Trastornos neurológicos como:

• enfermedad de Parkinson;
• lesiones de los nervios periféricos;
• hemiplejías, paraplejías;
• esclerosis múltiple.

Hidrocinesiterapia no es adecuada para pacientes con:

• insuficiencia respiratoria grave;
• presencia de cualquier tipo de herida o llagas no completamente curadas;
• enfermedad coronaria inestable;
• insuficiencia cardíaca grave;
• hipertensión arterial grave e inestable;
• hipotensión.