Cirugía linfática
¿Qué es?
Los procedimientos quirúrgicos para el linfedema se dividen en ablativos y fisiológicos. En la cirugía ablativa, los tejidos blandos, edematosos y fibróticos, por encima del nivel de la fascia profunda, se extirpan quirúrgicamente mediante escisión directa o liposucción.
Los métodos fisiológicos tienen como objetivo recrear patrones linfáticos normales o vías alternativas para que el líquido linfático fluya fuera de la extremidad afectada. Actualmente se consideran eficaces dos procedimientos fisiológicos principales para tratar el linfedema. Uno se basa en la creación de derivaciones entre los canales linfáticos congestionados y el sistema venoso proximal al lugar de la obstrucción linfática. El otro se basa en la introducción de colgajos de tejido adiposo vascularizado que incluyen ganglios linfáticos vascularizados en la extremidad afectada.
¿Cuándo está indicado este procedimiento?
La cirugía se considera si otros tratamientos no quirúrgicos no son eficaces. No todos los pacientes son candidatos a la cirugía, pero para algunos pacientes los síntomas pueden aliviarse con un procedimiento quirúrgico. Actualmente, los métodos ablativos se reservan para los linfedemas más avanzados, en los que ya se han producido cambios arquitectónicos en los tejidos blandos, que no responden a los métodos fisiológicos de intervención. En estos casos, la eliminación de los depósitos adiposos mediante liposucción o la extirpación directa de los tejidos blandos es la única forma eficaz de disminuir el tamaño de la extremidad. Los pacientes deben ser considerados como candidatos para un procedimiento fisiológico si hay edema con fóvea. Nuestro enfoque, cuando es necesario, combina procedimientos fisiológicos y métodos ablativos para lograr resultados óptimos.
¿Cómo se realiza?
1.La cirugía de transferencia de ganglios linfáticos vascularizados (VLNT) consiste en extraer los ganglios linfáticos junto con su suministro vascular de una zona donante y transferir este tejido vascularizado a la extremidad afectada como una transferencia de tejido libre utilizando un microscopio de alta potencia, instrumentos especializados y suturas. Se realiza una anastomosis microquirúrgica entre los vasos sanguíneos del colgajo de ganglios linfáticos y los vasos del lugar receptor, estableciendo así el flujo sanguíneo al colgajo de ganglios linfáticos. Las zonas donantes que se suelen utilizar para la extracción de ganglios linfáticos son los ganglios linfáticos axilares/laterales torácicos, los ganglios linfáticos inguinales, los ganglios linfáticos submentonianos y los ganglios linfáticos supraclaviculares.
2.Anastomosis linfovenular (LVA). La anastomosis linfovenular (LVA) o bypass linfovenoso es un procedimiento quirúrgico en el que los vasos linfáticos de una extremidad linfedematosa se conectan a pequeñas venas y vénulas cercanas mediante técnicas microquirúrgicas y supermicroquirúrgicas. Este procedimiento da mejores resultados en los pacientes que tienen un estadio más temprano de la enfermedad y cuando se realizan más anastomosis. Los LVAs realizados en la extremidad superior tienen una mejoría.
3.La liposucción se reserva para los casos de linfedema sin fóvea, en los que los efectos a largo plazo del linfedema han dado lugar a un depósito excesivo de tejido graso. A pesar de que la liposucción dará lugar a una reducción inmediata de la zona afectada, es esencial seguir utilizando prendas de compresión, ya que la extremidad volverá a hincharse si no se mantiene la compresión. Este procedimiento también es adecuado como procedimiento complementario para conseguir un contorno final para los pacientes que se sometieron a una transferencia de ganglios linfáticos previa.
4.Las operaciones de citorreducción se realizan para reducir la cantidad de tejido fibroso que se ha acumulado a lo largo de los años con el linfedema.
Recuperación
Se espera una recuperación completa un mes después de la cirugía; se requieren hasta dos años para observar los resultados a largo plazo (linfangiogénesis)/ La cirugía mejora drásticamente la calidad de vida con una modificación significativa en términos de volumen y peso de la extremidad afectada, reduciendo la dependencia de la terapia de compresión
Complicaciones a corto plazo
Dependen del tipo de procedimiento. Incluyen, entre otros, hemorragia, seroma, infección, acumulación de líquido, mala cicatrización. La cirugía de colgajo (transferencia de ganglios linfáticos vascularizados) incluye el riesgo de pérdida parcial o total del colgajo y una pérdida de sensibilidad tanto en la zona donante como en la de reconstrucción.
Complicaciones de larga duración
Una complicación poco frecuente de la transferencia de ganglios linfáticos vascularizados es el linfedema en la zona donante causado por el daño a los ganglios linfáticos de la zona donante. Actualmente se utilizan técnicas como el mapeo linfático inverso para minimizar este riesgo.
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