Láser de dióxido de carbono CO2
¿Qué es?
El láser es un instrumento capaz de emitir un haz de luz monocromático y colimado con características físicas específicas. El láser de CO2 utiliza dióxido de carbono como medio activo, emitiendo un haz de fotones con una longitud de onda de 10600 nm, lo que le permite dirigirse selectivamente al agua de los tejidos, provocando su destrucción a través de un proceso denominado fototermólisis, y tratar únicamente la lesión afectada, preservando las zonas adyacentes.
¿Cuándo está indicado este procedimiento?
El láser de dióxido de carbono se utiliza en cirugía y medicina estética. Gracias a la posibilidad de modulación y precisión, es posible vaporizar neoformaciones cutáneas como verrugas víricas, queratosis seborreicas, manchas solares, pigmentaciones seniles, xentelasmas y nevos epidérmicos mediante modos pulsados y ultrapulsados. El haz de luz también produce un calor intenso que se utiliza principalmente para producir nuevo colágeno. El modo fraccional renueva la capa superficial de la epidermis, pero al mismo tiempo, mediante la creación de microcolumnas térmicas, el colágeno alterado es sustituido por colágeno sano. Este procedimiento, conocido como rejuvenecimiento de la piel, se utiliza para tratar imperfecciones como las cicatrices del acné y las arrugas faciales finas. El modo de emisión continua, en cambio, tiene un efecto de cizallamiento y se utiliza, por ejemplo, en la remodelación del rinofima.
¿Cómo se realiza?
Step 1
Anestesia: local con aplicación de crema o inyección subcutánea o local con sedación.
Step 2
Procedimiento: El láser de CO2 puede utilizarse de forma más o menos agresiva: la corrección puede conseguirse con un único tratamiento profundo o con repetidos tratamientos superficiales; la estrategia debe acordarse con las necesidades del paciente. En general, cuanto más agresivo sea el tratamiento, mejores serán los resultados, pero más largo será el tiempo de curación.
Recuperación
Servicio realizado en un ambulatorio equipado
Complicaciones a corto plazo
- Ardor o molestias más o menos intensas en las primeras 24 horas.
- Hinchazón en los primeros 3-4 días.
- Aplicación de crema antibiótica durante los primeros 7 días.
- Formación de costras finas que se caen en 7-12 días, dependiendo de la profundidad de la acción.
- La cicatrización se produce al cabo de 7-12 días, cuando las costras se han desprendido por completo, con la regeneración de la nueva, fina y delicada piel que hay debajo.
- Enrojecimiento, de diversos grados, durante algunas semanas
Complicaciones de larga duración
- Infecciones cutáneas: Las infecciones bacterianas pueden ser causadas por una mala higiene en el postoperatorio inmediato.
- Virus del herpes: el riesgo se limita tomando antivirales antes de la operación.
- Eritema (coloración rosa brillante de la piel): es una consecuencia inevitable de la fotoabrasión con láser; suele remitir espontáneamente al cabo de unas semanas, a veces después de dos o tres meses.
- Discromía: la hiperpigmentación y/o hipopigmentación de la piel en las zonas tratadas puede aparecer semanas o meses después: el uso de cremas de protección solar minimiza el riesgo de que esto ocurra.
- Cicatrices hipertróficas (enrojecidas y elevadas): pueden desarrollarse de forma imprevisible en pacientes con una reactividad cutánea excesiva. Aunque es poco frecuente, esta complicación es preocupante, ya que es imprevisible y puede causar importantes daños estéticos.
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