Alopecia
¿Qué es?
La alopecia se define como el proceso de disminución de la calidad (color, grosor) y cantidad del cabello o su pérdida. Las alopecias pueden clasificarse en cicatriciales, divididas en hereditarias y adquiridas, y no cicatriciales, divididas a su vez en hereditarias y adquiridas. Se han investigado más de 120 formas hereditarias no cicatriciales diferentes, en su mayoría de naturaleza genética. Pueden presentarse de forma aislada o con afectación de otros órganos. Entre las formas adquiridas se encuentran:
- alopecia androgenética, que afecta únicamente al cabello de las zonas frontal y superior de la cabeza;
- efluvio telógeno, en el que el cabello cae abundantemente sin formar ningún parche;
- alopecia areata, que forma parches glabros en su manifestación;
- alopecia areata total, desaparición del cabello en toda la cabeza;
- alopecia areata universal, que afecta a los pelos de todo el cuerpo;
- alopecia psicógena;
- tricotilomanía, la rotura voluntaria del cabello, frecuente en niños y adolescentes.
Las formas de cicatrización conducen a la destrucción completa del folículo piloso e incluyen formas congénitas como la aplasia cutis y la epidermólisis bullosa distrófica y formas adquiridas como el lupus discoide, liquen plano pilare y pseudoárea de Brocq.
¿Cuáles son los síntomas?
En la alopecia el signo más característico es la caída del cabello que puede ser más o menos relevante. En el caso de la alopecia androgenética, en general no se observa un aumento considerable del volumen de pérdida de cabello y, por el contrario, muchos individuos se quedan calvos, perdiendo muy poco pelo al día. El primer signo de la ocurrencia es el adelgazamiento progresivo del tallo, inicialmente no apreciable a simple vista, luego cada vez más evidente. raramente muestran otros síntomas asociados como seborrea, ardor y picor. En la cicatrización adquirida la sintomatología es más pronunciada.
- Picazón
- Quemado
- Hormigueo
- Dolor
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico se basa principalmente en los datos clínicos y anamnésicos. La tricoscopia es de gran ayuda, ya que permite observar la epiluminiscencia del cuero cabelludo y observar el diámetro de los tallos pilosos, su densidad y la posible inflamación. En las formas dudosas y cicatriciales, es necesario realizar una biopsia con examen histológico.
¿Cómo se trata?
Los remedios eficaces contra la alopecia son tratamientos locales que permiten:
- frenar la caída excesiva del cabello devolviéndolo a un nivel fisiológico;
- favorecer, con tratamientos nutritivos y estimulantes y con prácticas higiénicas correctas, al rebrote normal del cabello allí donde los folículos siguen activos.
Hay que recordar, de hecho, que los remedios eficaces contra la alopecia sólo pueden prepararse si los folículos pilosos no están ya atrofiados. Por lo tanto:
- en caso de alopecia temporal, se pueden elaborar remedios eficaces personalizando los tratamientos tricológicos y minimizando los daños;
- en caso de alopecia cicatricial, con folículos atrofiados, no existen remedios que estimulen el rebrote, sino que sólo se puede intervenir con el autotrasplante de pelo;
- en caso de alopecia cicatricial, con folículos aún no atrofiados, tampoco hay remedios que salven el cabello, pero se puede intervenir con tratamientos que ralenticen el proceso de caída.
Salvo casos de exclusiva competencia médica, para contrastar la alopecia y la caída del cabello es posible intervenir con estas técnicas que pueden combinarse según el caso.
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