Enfermedad arterial periférica de las extremidades inferiores
¿Qué es?
Consiste en la formación de placas ateroscleróticas en el segmento femoro-poplíteo que provocan un déficit de riego sanguíneo en las extremidades inferiores, especialmente en situaciones de estrés. Obliga progresivamente a las personas a caminar con una dificultad cada vez mayor hasta que se quejan de dolor en reposo, incluso por la noche, y desarrollan úlceras y necrosis en las extremidades inferiores. Las personas con mayor riesgo son las que ya padecen otras enfermedades ateroscleróticas (infarto de miocardio, angina de pecho, ictus, etc.) y/o los siguientes factores de riesgo: tabaquismo, diabetes, dislipidemia (hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia), hiperhomocisteinemia y ciertas enfermedades congénitas. En general, los hombres tienen más riesgo que las mujeres, y las personas mayores de 50 años.
¿Cuáles son los síntomas?
Al principio es asintomática, pero más tarde aparece un dolor parecido a un calambre en la pantorrilla, a veces asociado a un dolor en el muslo y la nalga. Este dolor suele ser intermitente (claudicación intermitente) en relación con la marcha y el esfuerzo, y puede estar asociado a parestesias (hormigueo en la piel). A medida que la enfermedad progresa, el dolor también se produce en reposo, puede impedir el descanso nocturno, puede producirse hipotermia y cianosis de las extremidades (dedos fríos y azules), hasta la aparición de úlceras periféricas y gangrena distal.
- dolor tipo calambre en la pantorrilla
- dolor en el muslo y las nalgas
- hipotermia y cianosis de las extremidades
- claudicación intermitente
- úlceras periféricas
- gangrena distal
¿Cómo se diagnostica?
Los pacientes que presentan los síntomas descritos tienen un alto riesgo de sospechar una patología esteno-obstructiva de las extremidades inferiores y deben someterse a pruebas de imagen.
Exámenes sugeridos
¿Cómo se trata?
Existen diferentes tipos de tratamiento. Tratamiento médico: terapia con agentes antiplaquetarios que impiden que las plaquetas se unan a las placas ateroscleróticas, agravando la enfermedad; fármacos hemodilatadores que hacen que la sangre sea más fluida y pueda fluir más fácilmente dentro de los vasos enfermos; fármacos vasodilatadores que aumentan la vascularización periférica. La corrección de los factores de riesgo de cada paciente, la abstención de fumar y una actividad física adecuada son esenciales. Los resultados pueden ser buenos en las primeras fases de la enfermedad. Tratamiento quirúrgico: se realiza sustituyendo (bypass) la arteria ocluida por una prótesis sintética o biológica (vena safena). En algunos casos, es posible limpiar las arterias solas (endoarterectomía), eliminando las placas ateroscleróticas desde el interior. Tratamiento endovascular: sólo es factible en casos de estenosis segmentaria y no de oclusión. De forma percutánea (sin incisiones), se realiza una arteriografía y se dilatan las arterias en los puntos en los que están estenóticas (estrechas), posiblemente implantando uno o varios stents (pequeños tubos de malla metálica).
Procedimientos sugeridos
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