Fibroides uterinos
¿Qué es?
Los miomas uterinos, también llamados leiomiomas o simplemente miomas, son tumores benignos formados por células de origen miometrial y son la neoplasia sólida benigna más frecuente de la pelvis femenina. Son una proliferación localizada de células musculares lisas con acumulación de matriz extracelular. Los principales factores de riesgo son: raza negra, nuliparidad, factores ambientales y dietéticos como los alimentos refinados y carne roja. Por lo contrario, los factores de protección son los anticonceptivos orales y una dieta rica en verduras. Entre el 15 y el 20% de las mujeres menores de 35 años padecen la enfermedad, con una mayor incidencia entre los 40 y los 50 años. Se clasifican según su localización en: subserosas, intramurales, submucosas o cervicales (más raras).
¿Cuáles son los síntomas?
El síntoma más frecuente es una hemorragia uterina anormal que puede provocar anemia. Otros signos y síntomas comunes son los derivados de la presión sobre la vejiga, como la polaquiuria, la urgencia urinaria o la retención de orina. La afectación del tracto gastrointestinal podría provocar estreñimiento. Las disfunciones de la esfera reproductiva pueden deberse a una distorsión anatómica de la cavidad endometrial y a la obstrucción de los ostias tubáricos, lo que da lugar a dificultades de implantación, o a trastornos del embarazo como abortos, partos prematuros, presentaciones fetales anormales y hemorragias posparto. En el 20% de los casos, los pacientes son asintomáticos.
- sangrado uterino anormal
- dolor abdominal y sensación de peso pélvico
- trastornos urinarios y/o intestinales
- disfunción esfero-reproductiva
- fallos repetidos de implantación
- poli-aborto
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico requiere:
- examen ginecológico 2D/3D
- ecografía ginecológica
- histeroscopia
Exámenes sugeridos
¿Cómo se trata?
El tratamiento depende de la sintomatología, edad de la paciente, deseo reproductivo, tamaño, número y localización de los miomas. Existen tres enfoques diferentes: terapia médica, terapia quirúrgica y espera. En cuanto a la terapia médica, no existe ninguna solución que pueda reducir definitivamente el volumen de los miomas o evitar su formación. Se utilizan progestinas, que sólo son eficaces para controlar los síntomas hemorrágicos. Mientras que los análogos de los agonistas de la GnRh son eficaces para reducir el volumen, pero con un efecto temporal. Estos últimos se utilizan con frecuencia en el tratamiento preoperatorio si la paciente no es candidata a la cirugía o si la menopausia es inminente. En cuanto al enfoque quirúrgico, se diversifica tanto en las modalidades (laparotomía, laparoscopia, histeroscopia) como en el tipo de intervención (conservadora o demoledora). La operación más habitual es la miomectomía, que consiste en extirpar los miomas y reconstruir la pared uterina. En el caso de que la paciente esté en la menopausia o haya cumplido su deseo de tener descendencia, los síntomas, el número, la localización o el tamaño de los miomas sean tales que el tratamiento conservador no sea factible, se realizará un tratamiento radical que incluya la histerectomía. Esta última también puede realizarse de diferentes maneras en función de la cirugía abdominopélvica previa, episodios anteriores de D.I.P., antecedentes de endometriosis, conformidad vaginal de la paciente, la paridad, el número, el lugar y el tamaño de los miomas y el volumen de las vísceras uterinas.
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