Hidrocele en niños
¿Qué es?
Literalmente, hidrocele significa "acumulación de líquido".
El testículo surge por debajo del riñón y luego desciende por la cavidad abdominal hasta la región inguinal. Luego pasa por el canal inguinal y, en el séptimo mes de embarazo, llega al escroto. En su camino, el testículo arrastra consigo una vaina de tejido (conducto peritoneo-vaginal) que forma un canal de comunicación entre la cavidad abdominal y el escroto.
Este canal está destinado a cerrarse espontáneamente al nacer o, en cualquier caso, durante el primer año de vida.
Es la presencia de una bolsa escrotal hinchada, a veces estirada, generalmente no dolorosa y llena de líquido.
Existen dos formas: hidrocele congénito e hidrocele reactivo.
Causas y factores de riesgo
Se pueden distinguir dos causas principales:
- hidrocele congénito: debido a un fallo en el cierre del conducto peritoneo-vaginal, lo que hace que el líquido normalmente presente en el abdomen pase al escroto;
- hidrocele reactivo: como resultado de procesos irritativos o traumáticos que afectan al testículo, se produce una reacción inflamatoria que conduce a la formación reactiva de líquido alrededor del testículo.
Puede producirse un hidrocele de base congénita:
- al nacer, donde 5 de cada 100 bebés nacidos a término están afectados, y entre 16 y 25 de cada 100 entre los bebés prematuros. Puede resolverse espontáneamente en el primer año de edad. Al año de edad, sólo 1 de cada 100 niños está afectado;
- en los primeros años de vida, los episodios infecciosos o febriles pueden aumentar la cantidad de líquido en la cavidad abdominal. Esto provoca un aumento de la presión dentro del abdomen, que puede tensar y abrir un conducto peritoneal vaginal con un cierre precario, provocando el paso de líquido al escroto.
El hidrocele reactivo afecta a los varones adolescentes.
¿Cuáles son los síntomas?
En la mayoría de los casos, el hidrocele no implica dolor, el niño no se queja y el trastorno es detectado por los padres o el médico.
La hinchazón puede estar presente desde el nacimiento o aparecer repentinamente, a veces tras enfermedades infecciosas o fiebre. Una o ambas bolsas escrotales pueden aparecer aumentadas de volumen, blandas al tacto o muy tensas y duras.
El tamaño del hidrocele puede variar a lo largo del día: más pequeño por la mañana, ya que al acostarse durante el sueño permite que el líquido drene hacia el abdomen, y más grande por la noche debido a la gravedad.
El hidrocele puede causar problemas siguientes:
- compresión del testículo por el líquido contenido en la bolsa escrotal, lo que provoca una alteración del desarrollo normal del testículo;
- posible evolución hacia la formación de una hernia inguinal: un asa intestinal en el conducto peritoneo-vaginal, que puede quedar atrapada en el interior del propio conducto y quedar constreñida. Esto provoca un dolor intenso, llanto inconsolable, hinchazón y enrojecimiento de la región inguinal.
¿Cómo se diagnostica?
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¿Cómo se trata?
La resolución espontánea es posible a partir del primer año de vida. Por lo tanto, en la mayoría de los casos, se espera hasta el año de edad antes de decidirse por la cirugía correctiva.
En otros casos, sin embargo, el hidrocele es muy voluminoso o está asociado a una hernia inguinal, exponiendo al paciente al riesgo de complicaciones. Por lo tanto, la cirugía correctiva también está indicada a una edad inferior a un año.
En el caso del hidrocele congénito, la cirugía tiene como objetivo cerrar el conducto peritoneo-vaginal abierto con la consiguiente eliminación del líquido presente alrededor del testículo. La operación requiere una noche de hospitalización o se realiza de forma ambulatoria y dura unos 20 minutos. La operación es definitiva y decisiva.
En el caso de un hidrocele reactivo, la operación sólo implica la extracción del líquido y del tejido que lo contiene.
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