Manchas genitales
¿Qué es?
Las imperfecciones genitales son imperfecciones anatómicas y a veces funcionales que afectan a los genitales externos femeninos, alterando lo que se considera la anatomía genital "normal" y creando molestias, con consecuencias en la esfera íntima y personal de las pacientes.
Esta condición incluye todas las variaciones anatómicas genitales congénitas, pero también los cambios que se producen como consecuencia del envejecimiento, embarazo, parto o como resultado de la cirugía.
Las imperfecciones genitales más frecuentes son la hipertrofia de los labios menores, hipotrofia y pérdida de firmeza de los labios mayores y del monte de Venus, hipotonus de los músculos vaginales y la atrofia de las mucosas. Además, también deben tenerse en cuenta las pacientes con alteraciones anatómicas posparto debidas a laceraciones espontáneas o episiotomías con cicatrización subóptima, y las anomalías genitales tras una cirugía de mutilación genital femenina.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas relacionados con la presencia de imperfecciones genitales incluyen molestias físicas como la sequedad vaginal y el dolor durante el coito, pero sobre todo trastornos psicológicos relacionados con el malestar causado por las imperfecciones anatómicas que afectan a la esfera íntima y sexual.
- Dolor durante las relaciones sexuales
- Sequedad vaginal
- Sensación de malestar genital
- Disminución de la autoestima
- Malestar
- Impacto social
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico de las imperfecciones genitales es básicamente clínico y se basa en la combinación de una evaluación objetiva realizada por un ginecólogo especialista y una valoración subjetiva de la paciente sobre el impacto de estos trastornos.
En cuanto a los síntomas como la dispareunia y la sequedad vaginal, existen cuestionarios validados útiles para la evaluación de su gravedad. Además, teniendo en cuenta el papel predominante del componente psicológico de esta afección, es importante integrar el diagnóstico con una evaluación psicológica específica.
¿Cómo se trata?
Láser vaginal: El tratamiento con láser de CO2 fraccionado representa una terapia eficaz para el tratamiento de los síntomas de atrofia vulvo-vaginal, gracias a su acción regeneradora de los tejidos. Aunque se trata de un tratamiento no invasivo, es capaz de asegurar una mejora significativa en el aspecto de los tejidos genitales y su funcionalidad.
Tratamiento quirúrgico: entre las alternativas quirúrgicas más practicadas está la labioplastia vulvar para la corrección de la hipertrofia de los labios menores, que también puede realizarse con equipos láser. Para la hipotrofia de labios mayores y mons Veneris, en cambio, es posible proponer un lipofillig con injerto de tejido adiposo autólogo, que puede realizarse con anestesia local o una inyección de ácido hialurónico. La cicatrización subóptima de episiotomías o laceraciones de alto grado durante el parto se aborda mediante una operación de colpoperineoplastia, realizada por vía vaginal bajo anestesia local. Por último, la corrección de los resultados quirúrgicos de la mutilación genital femenina se consigue mediante la cirugía plástica vestibular y/o del clítoris, cuyo objetivo es corregir la anatomía y garantizar una mejor función sexual.
Terapia psicológica: el tratamiento específico de la anatomía y la función genital se integra con una evaluación psicológica, destinada a mejorar el aspecto del malestar personal y social que frecuentemente acompaña a estos trastornos.
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