Patología sinonasal
¿Qué es?
Las fosas nasales son dos estructuras huecas simétricas, divididas por un tabique osteocartilaginoso, en comunicación con unas cavidades situadas en el espesor de los huesos del macizo facial, llamadas senos paranasales (se distingue entre senos maxilares, frontales, etmoidales y esfenoidales) y ocupadas por tres formaciones en forma de cuerno llamadas cornetes. Forman la primera vía del tracto respiratorio, contribuyendo también a las funciones de humidificación y calentamiento del aire inhalado, percepción de olores, defensa contra patógenos externos, drenaje del oído medio y resonancia de la voz. Las alteraciones anatomofuncionales de estas estructuras, como la desviación del tabique nasal, pueden provocar un déficit en estas funciones y predisponer a la inflamación sinonasal. De hecho, las patologías más frecuentes de esta zona son las inflamatorias, en particular la rinosinusitis aguda o crónica, con un amplio espectro de síntomas, gravedad y deterioro de la calidad de vida. Las causas de estas patologías son variadas y a menudo multifactoriales, incluyendo las infecciosas (bacterianas, víricas, fúngicas), las alérgicas, las disinmunes o las mencionadas alteraciones anatómicas. La inflamación sinonasal crónica puede conducir al desarrollo de neoformaciones inflamatorias benignas denominadas pólipos nasales, que contribuyen a empeorar el cuadro de obstrucción nasal.
¿Cuáles son los síntomas?
En los casos de obstrucción respiratoria debida a alteraciones anatómicas, como la desviación del tabique nasal, el paciente se queja de la necesidad de respirar por la boca, de ronquidos por la noche, de dificultad para practicar deportes; también existe una predisposición, precisamente por la reducción de la capacidad de ventilación, al desarrollo de patologías inflamatorias sinonasales. Los signos y síntomas de esta última dependen del tipo de patología, así como de la calidad y oportunidad de su tratamiento: Las formas más leves, como la rinosinusitis vírica aguda (comúnmente denominada catarro), se caracterizan generalmente por la obstrucción respiratoria nasal, la presencia de abundantes secreciones seromucosas, la cefalea sinusal (con localización en el maxilar, el frontal, la porción medial de la órbita o el vértice), el plegamiento auricular, la hiposmia (disminución del sentido del olfato) y la rinolalia (voz nasal). Las formas más graves pueden provocar fiebre, cefalea muy intensa, secreción nasal purulenta, erosión de las estructuras óseas y afectación sistémica. Las formas neoplásicas se caracterizan por una gran variedad de signos y síntomas que, sin embargo, suelen ser completamente inespecíficos (obstrucción nasal, hemorragias nasales recurrentes, linfadenopatía, etc.).
- Obstrucción respiratoria nasal
- Secreciones nasales
- Secreción faríngea
- Cefalea sinusal
- Ovación auricular
- Disminución del sentido del olfato
- Fiebre
- Epistaxis
¿Cómo se diagnostica?
El primer paso para un correcto diagnóstico de la patología nasal se basa en una adecuada recopilación anamnésica: episodios previos, tipo, modo de aparición, duración y evolución de los síntomas, eventuales terapias ya instituidas. Es necesario insistir en la existencia de ciertas señales de alarma (síntomas especialmente graves, fiebre alta, afectación sistémica, sospecha de enfermedad neoplásica) que hacen inaplazable una correcta indagación diagnóstica y terapéutica. La exploración objetiva tiene una importancia fundamental, y generalmente consiste en una rinoscopia anterior y una endoscopia nasal con fibra óptica, que permiten valorar el estado de la mucosa, la presencia de secreciones y su calidad, y la localización de procesos inflamatorios o neoplásicos.
El examen radiológico de primera instancia para la mayoría de las patologías sinonasales es la TC (tomografía computarizada) del macizo facial sin medio de contraste. El uso del medio de contraste o de la resonancia magnética se limita generalmente a casos seleccionados. Los análisis de sangre pueden dar una indicación de la gravedad de un proceso flogístico, mientras que la rinomanometría permite objetivar la obstrucción respiratoria nasal y definir mejor sus características de forma funcional. En algunos casos puede ser útil consultar a otros especialistas, como en el caso del asesoramiento sobre alergias para la rinitis estacional.
Exámenes sugeridos
¿Cómo se trata?
El tratamiento de las patologías sinonasales depende de la causa y la gravedad de la afección. Algunos procesos patológicos de gravedad leve (resfriado común) tienden a resolverse espontáneamente y no requieren una terapia específica; en el caso de una alteración anatómica, como la desviación del tabique nasal, sólo la cirugía puede resolver el síntoma. En las formas infecciosas bacterianas agudas, suele ser necesario un tratamiento antibiótico, posiblemente en combinación con corticoides, mientras que la opción quirúrgica se limita a las formas inflamatorias-infecciosas más agresivas, recidivantes o crónicas; algunas patologías crónicas, como la rinosinusitis polipoide, se benefician del tratamiento con corticoides tópicos/sistémicos o con nuevos fármacos biológicos (por ejemplo, dupilumab, mepoliumab y mepoliumab). dupilumab, mepolizumab); por último, en el caso de una lesión neoplásica, es necesario un debate multidisciplinar para determinar el mejor tratamiento, que generalmente consiste en uno o varios enfoques entre la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia.
Las cirugías sinonasales más frecuentes son la septoplastia (remodelación del tabique nasal), la turbinoplastia inferior (reducción del tamaño de los cornetes nasales) y la cirugía endoscópica funcional de los senos paranasales (functional endoscopic sinus surgery o FESS), que consiste en abrir el ostium de los senos paranasales para asegurar una mejor ventilación y la resolución de la inflamación.
Procedimientos sugeridos
¿Dónde lo tratamos?
¿Está interesado en recibir tratamiento?