Turbinoplastia
¿Qué es?
La turbinoplastia consiste en reducir la hipertrofía de la mucosa de los cornetes nasales, que son estructuras de las fosas nasales que ayudan a humedecer y calentar el aire, pero cuya mucosa puede hipertrofiarse debido a diversos procesos patológicos, reduciendo así el flujo de aire.
¿Cuándo está indicado este procedimiento?
La turbinoplastia está indicada cuando el paciente se queja de obstrucción respiratoria atribuible a la hipertrofia de los cuernos nasales (o cornetes). Puede realizarse como una operación independiente, o en combinación con una septoplastia o un FESS.
¿Cómo se realiza?
A menos que se combine con otros procedimientos quirúrgicos, la turbinoplastia se realiza generalmente con anestesia local.
Por lo general, utilizando una óptica rígida, se puede reducir la mucosa de los cornetes mediante diversas técnicas, por ejemplo, utilizando radiofrecuencias o pinzas bipolares. En algunos casos, cuando hay una prominencia particular de la estructura ósea, ésta puede estar parcialmente dislocada.
Recuperación
Cuando la operación se realiza con anestesia local, el paciente suele recibir el alta al cabo de unas horas. El dolor percibido suele ser totalmente inapreciable, y el personal sanitario indica al paciente que realice lavados nasales y utilice cremas o sprays nasales. La primera revisión postoperatoria suele programarse a los 7-10 días, momento en el que se eliminan las costras y se comprueba la cicatrización de los tejidos. El paciente puede experimentar una fuerte sensación de frío durante varios días, asociada a la presencia de secreciones nasales. El paciente debe evitar esfuerzos físicos, exposición al calor, tabaquismo, uso de medicamentos que favorezcan al sangrado (a menos que se considere necesario), sonarse la nariz y estornudar con la boca cerrada durante unas 3 semanas (es útil realizar varios lavados nasales y estornudar con la boca abierta como sustituto), y seguir cualquier otra instrucción dada por los médicos.
Complicaciones a corto plazo
Las complicaciones de la cirugía son poco frecuentes, y también dependen de las comorbilidades del paciente; se explicarán detalladamente antes de la cirugía. Entre los más comunes están
- epistaxis, que no debe confundirse con la presencia de secreciones con un mínimo componente sanguíneo. Si esto ocurre durante la hospitalización, se debe informar a las autoridades sanitarias; si el paciente ya ha sido dado de alta, generalmente se aconseja comprimir la pirámide nasal, aplicar hielo localmente si es posible y acudir inmediatamente al servicio de urgencias.
- infección de la zona quirúrgica, que requiere una reevaluación médica para un tratamiento médico o quirúrgico adecuado
- formación de sinequias (adherencias cicatriciales), reduciendo el espacio para el flujo respiratorio.
Complicaciones de larga duración
El principal problema después de la operación es la recurrencia: la operación actúa sobre la manifestación de un proceso patológico, no sobre la causa subyacente (por ejemplo, la rinitis alérgica). Por lo tanto, es posible volver a desarrollar una hipertrofía de cornetes, pero el momento es difícil de predecir.
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