Espermiograma: qué es y cuándo hacerlo

Como sugiere la Organización Mundial de la Salud, para que el espermiograma dé resultados fiables es necesario prepararlo correctamente:

• abstinencia sexual durante 2-5 días antes del examen;
• suspensión de cualquier terapia farmacológica (antibióticos y antiinflamatorios) durante un tiempo adecuado antes de la recogida;
• recogida de la muestra en un recipiente estéril, sin pérdida de material (la mayor parte de los espermatozoides se emiten en la primera parte del eyaculado);
• entrega del material inmediatamente después de la recogida, en el plazo de 1 hora (asegurándose de que no ha sufrido cambios de temperatura).

El líquido seminal es muy sensible a diversos factores externos, por lo que si aparecen anomalías, se recomienda repetir el examen una vez más.

Una vez tomada la muestra, se analizarán en el laboratorio diversos componentes y características del líquido seminal, con el fin de obtener una imagen general de la fertilidad y la salud masculina. El análisis inicial es macroscópico, que examina:

• volumen: el nivel normal está entre 1,5 y 5 ml;
• color;
• fluidificación;
• viscosidad.
• un análisis microscópico, en cambio, permite obtener información más detallada sobre el componente celular, es decir, sobre las características individuales de los espermatozoides:
• concentración de espermatozoides (densidad o recuento de espermatozoides): se considera que un nivel normal es superior a 15 millones de espermatozoides por 1 ml. En el caso de valores inferiores se habla de oligospermia o, en ausencia total de espermatozoides, de azoospermia;
• movilidad de los espermatozoides: al menos el 32% debe tener una movilidad normal, si esto no ocurre se habla de astenospermia;
• morfología de los espermatozoides: la teratozoospermia se define como la presencia de más del 96% de espermatozoides con forma anormal.

Como se ha dicho, los hombres suelen decidirse a realizar un espermiograma sólo en relación con la aparición de trastornos urogenitales o ante problemas de fertilidad de la pareja.

"En los últimos años hemos asistido a un aumento de los problemas de fertilidad en las parejas: aproximadamente 1 de cada 10 no consigue concebir en un año. En la mitad de los casos el problema es la salud masculina y el número insuficiente o/y una mala calidad de los espermatozoides", explica el profesor Andrea Salonia, director del Instituto de Investigación Urológica (URI) del Hospital de Investigación San Raffaele y profesor titular de Urología de la Universidad Vita-Salute San Raffaele.

Gracias a numerosas investigaciones en el ámbito urológico, se confirma que estas cifras están destinadas a crecer y que las posibles alteraciones del líquido seminal suelen estar ya presentes en varones jóvenes o muy jóvenes.

"Es fundamental que el espermiograma se convierta en un examen rutinario desde el final de la adolescencia y no sólo cuando se quiera concebir", concluye el experto.

Diagnosticar a tiempo este tipo de problemas puede marcar la diferencia a la hora de proteger la salud de los hombres, identificando una ruta de seguimiento y asistencia personalizada a lo largo del tiempo.

El seguimiento de la salud urogenital también es esencial para prevenir otro tipo de enfermedades, como:

• hipertensión;
• ataque al corazón;
• diabetes;
• obesidad;
• tumores testiculares.

"Tener un recuento de espermatozoides bajo o nulo se asocia a un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas que normalmente se relacionan con el avance de la edad. Dadas las implicaciones generales sobre la salud masculina y los últimos datos sobre la creciente prevalencia de parejas con problemas de infertilidad, es importante ser cada vez más conscientes de que la prevención en el ámbito uro-andrológico debe comenzar desde una edad temprana", concluye el profesor Salonia.