Síntomas y tratamiento de la E. coli
Fecha de publicación: 30-12-2022
Actualizado en: 28-04-2023
Asunto: Gastroenterología
Tiempo estimado de lectura: 1 min
Autor del Artículo
Clelia AndolinaEditor médico
Federica FurfaroEditor y Traductor
Viktoryia LuhakovaEscherichia coli (E. coli) es una especie de bacteria del género Escherichia que forma parte de la microbiota intestinal de los seres humanos y otros animales de sangre caliente. La mayoría de las cepas de Escherichia coli son inofensivas, ya que este microorganismo vive como comensal en nuestro cuerpo, pero algunas cepas pueden causar enfermedades más o menos graves, que en la mayoría de los casos afectan al intestino y a las vías urinarias. Hablamos de ello con la Dra. Federica Furfaro, gastroenteróloga del Hospital IRCCS San Raffaele.
¿Qué es la Escherichia coli?
Escherichia coli es una bacteria gramnegativa (adquieren un color rojo tras la tinción de Gram, un proceso químico utilizado para clasificarlas), que normalmente se encuentra en la flora bacteriana de nuestros intestinos. Forma parte de la microbiota y es una bacteria comensal, que sobrevive gracias al organismo en el que vive, pero al mismo tiempo realiza una función propia, por ejemplo, produciendo vitamina K.
E. coli es un bacilo asporígeno, puede vivir en un medio con o sin aire, fermenta la lactosa y tiene la característica microscópica de presentar extroversiones que le permiten adherirse a la pared del órgano que coloniza.
Síntomas de infección por Escherichia coli
Los síntomas de la infección intestinal por Escherichia coli incluyen:
- dolor abdominal;
- diarrea, incluso con sangre, dependiendo de la localización de la infección y de la cepa bacteriana implicada;
- náuseas y vómitos;
- fiebre, generalmente en la fase inicial de la infección.
Los síntomas suelen aparecer entre 12 horas y unos días después del contacto con la bacteria y duran aproximadamente una semana. Es muy frecuente que la infección se produzca en los países en desarrollo (la llamada "diarrea del viajero") o en todas las situaciones en las que las condiciones sanitarias son deficientes o subóptimas.
La infección por E. coli también puede localizarse en otros órganos, provocando cistitis e infecciones urinarias más o menos graves, pero también cuadros más graves y afortunadamente más raros de neumonía, meningitis y septicemia grave.
Escherichia coli en la orina
La transmisión de la Escherichia coli que causa las alteraciones del tracto urinario se produce sobre todo por vía endógena: la bacteria se encuentra en las heces de la persona y, debido a la posición anatómica de proximidad del ano a la uretra (típica sobre todo del sexo femenino), aprovecha sus características microscópicas para adherirse a las paredes de la vejiga y la uretra, creando cistitis, uretritis e infecciones de diversa gravedad, sobre todo si no se tratan adecuadamente.
En casos excepcionales, es posible que la bacteria provoque un síndrome urémico hemolítico con graves secuelas para el paciente, que afecta sobre todo a niños y ancianos.
¿Cómo se transmite?
La transmisión de la bacteria se produce a través de agua o alimentos no cocinados contaminados. Las altas temperaturas, y por tanto la cocción de los alimentos, matan la bacteria E. coli.
También puede transmitirse por contacto fecal-oral de persona a persona, por lo que es esencial la precaución higiénica de lavarse las manos con frecuencia.
¿Qué pruebas deben realizarse para saber si se tiene E. coli?
Los pacientes con diarrea persistente y grave pueden realizar un coprocultivo para determinar la presencia de la bacteria en el intestino.
La infección urinaria causada por Escherichia coli es muy frecuente y, si se trata adecuadamente, no es peligrosa, y se identifica realizando un urocultivo.
Debe prestarse especial atención a las mujeres embarazadas, a las que se exige un análisis de orina mensual. Incluso en esta situación, si se detecta la bacteria, es importante someterse a un tratamiento antibiótico específico para eliminarla por completo.
¿Cómo se previene?
La prevención está básicamente ligada a normas de higiene específicas: lavarse las manos y mantener la higiene personal.
En cuanto a la Escherichia coli en el sistema urinario, no existe prevención terapéutica, sólo sustancias naturales que pueden ayudar a que las paredes de la uretra y la vejiga adquieran características específicas para evitar que las bacterias se adhieran a sus paredes. Se trata de suplementos a base de semillas de pomelo, arándanos y frutos rojos, recomendados especialmente para quienes padecen infecciones urinarias frecuentes causadas por E. coli.
Escherichia coli en niños: ¿es peligrosa?
Los niños y los ancianos son los grupos con mayor riesgo de sufrir complicaciones relacionadas con la diarrea por Escherichia coli, debido principalmente al estado de deshidratación que puede derivarse de esta afección.
La infección es más frecuente en pacientes jóvenes, debido a su propensión a llevarse las manos a la boca con frecuencia.
Siempre es importante que, en caso de diarrea profusa, el niño se hidrate correctamente y que se consulte al pediatra lo antes posible para evitar la deshidratación y consecuencias renales más graves.