Cáncer de ano
¿Qué es?
El cáncer del margen anal y del canal anal representa aproximadamente el 1% de todos los cánceres del tubo digestivo y aproximadamente el 2,5-5% de todos los cánceres de colon. Las formas más comunes son el carcinoma de células escamosas, el adenocarcinoma y el melanoma.
Causas y factores de riesgo
Los factores de riesgo que pueden conducir posteriormente al cáncer del canal anal son:
- infección crónica por el virus del papiloma (puede provocar un carcinoma de células escamosas);
- infección por el VIH;
- infecciones con lesiones intraepiteliales escamosas;
- condilomas;
- nevos pigmentados.
El cáncer anal también puede imitar o desarrollarse, aunque raramente, sobre lesiones benignas muy frecuentes como una marisca, una hemorroide prolapsada, una fisura anal crónica o una fístula anal descuidada durante mucho tiempo, que sin embargo no representan estados precancerosos.
¿Cuáles son los síntomas?
Las manifestaciones clínicas de los tumores de ano suelen ser tardías y, con frecuencia, los pacientes atribuyen el dolor y el sangrado a enfermedades anorrectales más comunes, como las hemorroides o las fisuras. Otros síntomas son el picor anal, la secreción anal mucosa o la incontinencia fecal. El cáncer anal puede parecerse a una hemorroide o una fisura anal, o puede crear una fístula en la zona perianal, vulvar o vaginal. El melanoma maligno del ano es similar a un nevus pigmentado.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico lo realiza el coloproctólogo especialista mediante inspección de la región perianal, exploración del ano y del recto para valorar el tamaño, localización y la fijación relativa del tumor, la anoscopia y la rectosigmoidoscopia, ya que un cáncer de recto puede afectar al canal anal, enfrentándose a él, y la biopsia de la lesión para su confirmación histológica.
El examen fundamental para valorar el grado de invasión parietal por el tumor y la relación con el aparato esfinteriano lo representa la ecografía endoanal. De hecho, se ha demostrado que la infiltración progresiva del aparato esfinteriano por el tumor es el parámetro más significativo para la aparición de recidivas locales y la supervivencia de los pacientes. La ecografía endoanal también desempeña un papel importante en el seguimiento después de la terapia para identificar una recidiva antes de que sea clínicamente evidente y, por tanto, en una fase en la que todavía se puede atacar con los tratamientos descritos. La TC desempeña un papel importante en la evaluación de la afectación de los ganglios linfáticos y la diseminación a distancia.
Exámenes sugeridos
¿Cómo se trata?
Las lesiones limitadas a la submucosa pueden tratarse adecuadamente sólo con la escisión local. En otros casos, se emplea la radioquimioterapia combinada y, posiblemente, la braquiterapia intersticial mediante infusión de agujas de iridio 192 guiada por ecografía. Estos tratamientos dan lugar a un alto porcentaje de remisión clínica completa. La cirugía (cirugía de amputación abdomino-perineal) es actualmente una terapia de rescate sólo para las formas que no han respondido a la terapia médica.
La falta de respuesta al tratamiento curativo y la recidiva del tumor en un plazo de 5 años pueden alcanzar el 30%.
Procedimientos sugeridos
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