Cáncer de pulmón

¿Qué es?

Es una de las principales causas de muerte en los países industrializados. Se desarrolla porque algunas células se multiplican de forma incontrolada y se acumulan formando nódulos o masas tumorales. Existen dos tipos diferentes de cáncer de pulmón: el de células no pequeñas y el de células pequeñas.

El carcinoma de células no pequeñas (CPNM), a su vez, se divide en tres subtipos: carcinoma de células escamosas, adenocarcinoma y carcinoma de células grandes.

El CPNM es el más frecuente, ya que representa casi el 88% de las nuevas neoplasias diagnosticadas. Ambos tipos se originan en el tejido epitelial, que es la parte que recubre la estructura interna del pulmón. 

Causas y factores de riesgo

Se han identificado numerosos factores responsables de su aparición. El más importante es el tabaquismo, que es la principal causa de alrededor del 90% de los cánceres de pulmón.

¿Cuáles son los síntomas?

Los pacientes con cáncer en fase inicial pueden no tener quejas. El descubrimiento del tumor en estos casos se produce ocasionalmente después de que se haya realizado una radiografía de tórax por otros motivos. Los pacientes con tumores más avanzados pueden presentar tos, dificultad para respirar (disnea), dolor torácico y/o hemorragia con la tos (hemoptisis o hemoftalmia). Si no se trata, el cáncer de pulmón puede afectar en su evolución a estructuras anatómicas adyacentes (pared torácica, corazón y grandes vasos cardíacos, tráquea, vértebras) y/o extenderse a distancia (formación de metástasis). Los lugares más frecuentes de metástasis son los ganglios linfáticos del mediastino (espacio entre los dos pulmones), el pulmón contralateral al lugar de la enfermedad, el hueso, el cerebro, el hígado y las glándulas suprarrenales.

  • tos       
  • disnea       
  • dolor en el pecho       
  • emisión de sangre al toser (hemoftisis o hemoptisis)        

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico es el proceso de identificación de la presencia de una enfermedad, y ésta es, en este contexto particular, el cáncer de pulmón. La estadificación, por su parte, es el proceso de establecer la extensión de la enfermedad (es decir, si el tumor está localizado en el pulmón o ya ha afectado a otros órganos). La estadificación es un proceso clave porque los cánceres de pulmón localizados, o por el contrario los que ya tienen metástasis a distancia, implican tipos de tratamiento completamente diferentes.

En la primera visita al especialista, el médico (cirujano torácico, neumólogo u oncólogo) enmarcará la enfermedad y programará las pruebas necesarias para el diagnóstico y la estadificación.

Los exámenes instrumentales utilizados para el diagnóstico y la estadificación del cáncer de pulmón son los siguientes: radiografía de tórax, tomografía computarizada de tórax, broncoscopia con broncolavado y biopsia, tomografía computarizada de cuerpo entero, tomografía computarizada de abdomen, tomografía computarizada de cerebro, gammagrafía ósea, aspiración con aguja bajo guía de TC, aspiración transbronquial con aguja (biopsia con aguja).

En casos especiales, pueden ser necesarias verdaderas intervenciones quirúrgicas, aunque de pequeño tamaño, como la mediastinoscopia y la toracoscopia, para definir con precisión la extensión de la enfermedad.

El uso de estos exámenes instrumentales y cirugías permite identificar cuatro estadios diferentes de la enfermedad. Mientras que el estadio I incluye tumores pequeños y sin metástasis, los demás estadios incluyen tumores de mayor tamaño y/o con metástasis a distancia. Obviamente, la gravedad del cáncer de pulmón aumenta desde el estadio I hasta el estadio IV.

La elección del tipo de examen instrumental que se utilizará en cada paciente y la secuencia de las investigaciones serán determinadas por el médico especialista y pueden variar de un caso a otro. Sin embargo, lo importante es la necesidad de llegar con una certeza razonable, utilizando todas las investigaciones disponibles, a un diagnóstico y una estadificación precisos para poder tratar al paciente de forma adecuada.
Aspiración transbronquial con aguja (biopsia con aguja)

Se trata de un procedimiento realizado durante la broncoscopia que consiste en tomar tejido pulmonar o ganglionar para determinar la naturaleza y la presencia o ausencia de metástasis en los ganglios linfáticos. Es un procedimiento que suele realizarse bajo sedación profunda. Las complicaciones son excepcionales y el paciente puede retomar sus actividades normales una hora después del examen. La ventaja más evidente es que con este examen se pueden evitar investigaciones diagnósticas más invasivas como la mediastinoscopia o la videtoracoscopia.

Mediastinoscopia

Se trata de una verdadera intervención quirúrgica, aunque menor, realizada bajo anestesia general. A través de una pequeña incisión en la parte inferior del cuello, con un instrumento específico llamado mediastinoscopio, se toman muestras de los ganglios linfáticos del mediastino. Las complicaciones son muy raras. El procedimiento es necesario para comprobar la existencia de metástasis en los ganglios linfáticos de un tumor pulmonar o para diagnosticar otros tipos de enfermedades de los ganglios linfáticos (por ejemplo, la sarcoidosis). Sin embargo, en muchos pacientes, la mediastinoscopia puede evitarse sometiendo al paciente a una aspiración broncoscópica con aguja transbronquial en primer lugar.

Toracoscopia

Se trata de un método invasivo que se utiliza generalmente para diversas intervenciones quirúrgicas en el pulmón, el mediastino y la pleura. También se utiliza en la estadificación del cáncer de pulmón, ya que permite la exploración de la cavidad pleural y la realización de procedimientos de biopsia, en particular a nivel de la pleura parietal y de los ganglios linfáticos mediastínicos.

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Exámenes sugeridos

¿Cómo se trata?

El tratamiento varía en función del tipo de tumor (no microcítico o microcítico), de la extensión del tumor (estadio inicial o avanzado) y del estado general y respiratorio del paciente. El tratamiento consiste en una intervención quirúrgica y/o varias formas de terapia sistémica contra el cáncer (quimioterapia, radioterapia, terapia biológica, inmunoterapia).

CIRUGÍA

La cirugía es efectiva sobre todo en las primeras etapas, con el objetivo de eliminar físicamente el tejido del cuerpo, resecando la masa en su raíz.

Gracias a la utilización de la Cirugía Torácica Robótica desde hace algunos años, es posible operar con mayor precisión y baja invasividad los tumores en el estadio inicial, pero también los tumores pulmonares localmente avanzados hasta el estadio III, con menor traumatismo y mejor calidad de vida para el paciente. Los procedimientos quirúrgicos realizados para el cáncer de pulmón son la resección atípica, la segmentectomía, la lobectomía y la neumonectomía. Actualmente, muchas de estas cirugías pueden realizarse mediante la técnica mínimamente invasiva. La elección de un tipo de operación concreto la realiza el cirujano en función del tamaño y la localización del tumor y del estado respiratorio del paciente.

QUIMIOTERAPIA

La quimioterapia (es decir, la quimioterapia antineoplásica) se recomienda sobre todo en los estadios avanzados, ya que su objetivo es destruir las células tumorales y bloquear su proliferación. En la práctica, el uso de diferentes fármacos, que contienen diferentes agentes terapéuticos citotóxicos, utiliza diferentes mecanismos para atacar a las células cancerosas.

La investigación sobre tratamientos más avanzados o alternativos para el cáncer de pulmón está avanzando, pero se encuentra con limitaciones naturales y su ritmo es lento.
RADIOTERAPIA

La radioterapia consiste en el uso de rayos para atacar y destruir el tumor. Hoy en día, existen sistemas de radioterapia extremadamente sofisticados, como la tomoterapia y el cibercuchillo, que son capaces de dirigirse únicamente a la zona donde se encuentra el tumor sin afectar al tejido sano circundante.

INMUNOTERAPIAS O TERAPIAS MOLECULARES DIRIGIDAS

En la actualidad, existen dos nuevas opciones de tratamiento: la inmunoterapia y las llamadas "terapias moleculares dirigidas". El primero actúa mejorando el sistema inmunitario, de modo que se limita el crecimiento de las células tumorales. El segundo es el resultado de la investigación genómica que ha revelado que algunas formas de cáncer están causadas por genes específicos dañados; por lo tanto, los medicamentos específicos tienen un efecto directo en la reparación de los circuitos genéticos rotos.

Hoy en día, es bien sabido que referirse a una forma genérica de cáncer es un error. No existe un único tumor, sino que hay varias formas, muy diferentes entre sí. El tumor está causado por una mutación en el ADN de las células, especialmente en ciertas combinaciones de genes que pueden ser muy diferentes en cada paciente. La eficacia de las terapias no es homogénea entre los individuos.  

La mayoría de los cánceres de pulmón no microcíticos en fase inicial se tratan sólo con cirugía, mientras que los más avanzados requieren tratamientos combinados. En cambio, el cáncer de pulmón de células pequeñas suele tratarse sólo con quimioterapia, combinada con radioterapia de diversas formas, mientras que la cirugía es poco frecuente.

Los resultados del tratamiento del cáncer de pulmón no microcítico son buenos en la enfermedad en estadio I, es decir, cuando es posible tratar un tumor pequeño sin metástasis a distancia. En estos casos, la supervivencia a 5 años es superior al 70%. Sin embargo, especialmente con los esquemas de tratamiento combinados, también es posible una supervivencia prolongada en los estadios más avanzados de la enfermedad.

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Procedimientos sugeridos

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