Entropión: síntomas y tratamiento
Fecha de publicación: 12-04-2023
Actualizado en: 14-04-2023
Asunto: Oftalmología
Tiempo estimado de lectura: 1 min
El entropión es una patología relacionada con una posición alterada del párpado por la que el borde del párpado, donde residen las pestañas, se introflexiona (gira hacia dentro) y las pestañas rascan la córnea.
Hablamos de este tema con el Dr. Renato Valeri, Jefe de la U.O. de Oftalmología del Instituto Clínico San Rocco.
Síntomas atribuibles al entropión
"A simple vista, el párpado parece más corto y rechoncho de lo habitual y el ojo está muy enrojecido, además de una sensación subjetiva de incomodidad muy notable de la que se quejan los afectados.
Al principio se siente:
- incomodidad,
- malestar,
- enrojecimiento del ojo.
Posteriormente, este trastorno puede dar lugar a lesiones corneales, verdaderas úlceras que, además de ser muy dolorosas, pueden provocar una infección de la que puede derivar una transparencia corneal o un absceso corneal," - explica el Dr. Valeri.
Tipos de entropión
El entropión puede ser congénito en un pequeño porcentaje de casos porque, normalmente, es de carácter senil, es decir, debido a una laxitud del músculo orbicular que ya no mantiene el párpado en contacto con el ojo y, por tanto, las pestañas se introflexionan.
También existe, aunque con menor frecuencia, un entropión senil espasmódico causado por una hiperactividad del músculo orbicular, que hace que el párpado se contraiga y se desplace hacia dentro.
¿Cómo se trata el entropión?
En el caso del entropión senil, el tratamiento es siempre quirúrgico. Mediante cirugía, se corta y acorta el párpado y se everte el borde palpebral con puntos reabsorbibles que lo recolocan en su ubicación original.
En algunos casos de entropión por formas espásticas, pueden aplicarse inyecciones de toxina botulínica, que, sin embargo, tienen una eficacia limitada en el tiempo. En efecto, una vez que la toxina es degradada por el organismo, generalmente en un plazo de dos a tres meses, el efecto de parálisis del músculo que se contrae en exceso se pierde y volvemos a la situación original.
Intervención quirúrgica
Se trata de una intervención ambulatoria, de 20 minutos de duración, con anestesia local infiltrativa, que requiere la interrupción de la medicación antiagregante plaquetaria y anticoagulante.
La eficacia de la operación en algunos casos no es definitiva: a veces la laxitud es tal que el problema puede reaparecer con el tiempo. De hecho, a medida que avanza la edad, la cavidad ocular retrocede y la grasa periorbitaria se desgasta, lo que provoca un cuadro clínico inevitable conocido como enoftalmos, es decir, el hoyuelo del juego ocular. Al no tener ya el empuje del ojo, el párpado se vuelve hacia dentro.
Es importante, sin embargo, durante la primera intervención, no exagerar con el adelgazamiento del músculo orbicular y de la piel, sino actuar con extremo equilibrio: si se acorta demasiado el párpado, de hecho, se corre el riesgo de que el ojo ya no se cierre después.