Hemoglobina baja: ¿cuáles son las causas principales?

Hemoglobina baja: ¿cuáles son las causas principales?

Fecha de publicación: 12-07-2023

Actualizado en: 14-07-2023

Asunto: Hematología

Tiempo estimado de lectura: 1 min

La hemoglobina es una proteína de la sangre que se encuentra en los glóbulos rojos. Su función principal es transportar oxígeno por todo el cuerpo. Hablamos de hemoglobina baja cuando los valores son < 120 g/l en las mujeres y < 140 g/l en los hombres.

Junto con el Dr. Maurizio Bonfichi, hematólogo del Istituto di Cura Città di Pavia, profundizamos en las causas, los síntomas y cómo intervenir.

Hemoglobina baja: causas principales

La hemoglobina baja puede estar asociada a una disminución de la producción de glóbulos rojos, a su destrucción o a su pérdida. En concreto, las causas de la disminución de la producción de glóbulos rojos pueden ser: 

  • envejecimiento/incapacidad de la médula ósea que ya no es capaz de hacer madurar los glóbulos rojos;
  • carencias de vitaminas o minerales por disminución de la ingesta o mala absorción (por ejemplo, falta de disponibilidad de hierro);
  • causas endocrinológicas (distiroidismo, hipocorticosurrenalismo,...);
  • causas infecciosas;
  • tumores (neoplasias hematológicas en sentido estricto o de otro tipo);
  • insuficiencia renal (también asociada a una menor producción de eritropoyetina).

Las causas de la destrucción de los glóbulos rojos se remontan a:

  • causas mecánicas/vasculares;
  • alteraciones de la forma de los glóbulos rojos (esferocitosis);
  • hemoglobinopatías (por ejemplo, anemia mediterránea);
  • deficiencias enzimáticas congénitas (deficiencia de piruvato quinasa o de glucosa fosfato deshidrogenasa);
  • enfermedades autoinmunes de origen hematológico primitivo o secundarias a formas reumatológicas o infecciosas;
  • hiperesplenismo;
  • coagulación intravascular diseminada;
  • púrpura trombótica trombocitopénica (síndrome urémico hemolítico);
  • reacción transfusional;
  • tumores hematológicos/sólidos. 

La pérdida de glóbulos rojos se debe principalmente a:

  • hemorragias fisiológicas (por ejemplo, en caso de menstruación);
  • estados patológicos (por ejemplo, úlceras/tumores del aparato digestivo, traumatismos, intervenciones quirúrgicas, etc.).

Síntomas de la hemoglobina baja

Los síntomas más comunes de la hemoglobina baja son:

  • dolores de cabeza;
  • sensación de fatiga;
  • insomnio;
  • sensación de palpitaciones;
  • taquicardia o incluso arritmias;
  • sensación de falta de aire/disnea de esfuerzo;
  • dificultad para concentrarse.

Diagnóstico

Para poder determinar la enfermedad, es necesario que el paciente se someta a un sencillo análisis de sangre para evaluarla:  

  • la determinación de la hemoglobina, el número de glóbulos rojos, su volumen y el hematocrito (es decir, la viscosidad de la sangre);
  • el número de glóbulos blancos y la fórmula leucocitaria (es decir, la cuantificación porcentual de los diferentes tipos de glóbulos blancos presentes en la sangre obtenida mediante el contador automático y, en casos específicos, validada al microscopio, tras la toma de un frotis de sangre periférica);
  • el número y el volumen de plaquetas.

Anemia: remedios y tiempos de recuperación

El término anemia hace referencia a la situación en la que el sujeto presenta un número de glóbulos rojos en la sangre circulante inferior al normal y, en consecuencia, unos valores de hemoglobina bajos.

"La anemia es curable, pero su resolución completa depende de la causa que la haya provocado", señala el Dr. Bonfichi. El calendario para lograr la curación depende de la causa de la propia anemia.

"Una dieta desequilibrada y pobre en vitaminas, como la B12 y el ácido fólico, puede provocar un cuadro de anemia más o menos grave que se resuelve en poco tiempo (unas semanas como máximo) con una dieta específica que, combinada con suplementos ad hoc (especialmente vitaminas del grupo B, ácido fólico y/o hierro), normaliza rápidamente la situación", especifica el médico. Entre los alimentos recomendados están: la carne (especialmente la roja), el pescado, los huevos y las verduras frescas. Las legumbres y los frutos secos, sustancias ricas en hierro, también son útiles para normalizar y mantener dentro de unos límites los valores de hemoglobina en sangre.

Lo mismo ocurre con la carencia de hierro ligada a causas alimentarias (en este caso la duración del tratamiento sustitutivo puede ser de 2 a 3 meses), aunque en pocas semanas se alcancen valores de hemoglobina aceptables", prosigue el médico.

Si la anemia está relacionada con la ingesta de determinados fármacos (como, por ejemplo, algunos antibióticos, antiinflamatorios o anticancerígenos), en la mayoría de los casos su interrupción puede conducir rápidamente a una mejoría del síntoma.

"Si la anemia es muy grave, además de la administración de eritropoyetina, una sustancia que puede mejorar eficazmente algunos cuadros anémicos, también puede ser necesario el apoyo transfusional.  Las transfusiones también se hacen indispensables en aquellas formas en las que la enfermedad se asocia a formas hematológicas graves (como"anemia mediterránea" grave, enfermedad de Cooley, aplasia, leucemia y otros cánceres de la sangre), tumores, formas infecciosas graves y formas inmunológicas graves", concluye el especialista.

 

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