¿Qué alimentos favorecen el bronceado?

"Para obtener un bronceado dorado y uniforme es importante adoptar una dieta que lo estimule", afirma el Dr. Boscaro, "es fundamental llevar a la mesa alimentos ricos en sustancias capaces de neutralizar la producción de radicales libres en respuesta a la exposición a los rayos UV, previniendo el envejecimiento cutáneo.

La fruta y la verdura, en particular, desempeñan un papel fundamental para nuestro organismo porque: 

• aportan agua, vitaminas, minerales;
• protegen la epidermis;
• reponen lo que se pierde con el sudor".

El pigmento que nos da una tez más oscura en verano es la melanina, que también nos protege como un filtro de los efectos nocivos de la radiación solar. Por desgracia, no hay alimentos que contengan melanina, pero muchos contienen su precursor: el betacaroteno. Esta sustancia se encuentra en frutas y verduras de color amarillo o rojo anaranjado como: 

• tomates;
• sandía;
• fresas;
• pimientos;
• melocotones;
• albaricoques;
• melón;
• zanahorias;
• espinacas;
• radicchio rojo. 

Además de favorecer la producción de melanina por las células de la piel, el betacaroteno tiene numerosas propiedades:

• tiene un fuerte poder antioxidante, por lo que también es capaz de proteger la piel contra el envejecimiento;
• tiene efectos beneficiosos sobre el sistema inmunitario y el sistema circulatorio;
• también es el precursor de la vitamina A, que, además de favorecer la pigmentación de la piel, ayuda a aumentar las defensas naturales de la piel contra los rayos ultravioleta y contrarresta la formación de radicales libres.

Además del betacaroteno, son esenciales para un bronceado duradero: 

• todos los alimentos de color rojo, porque son ricos en licopeno, una sustancia antioxidante que previene el envejecimiento de la piel y la protege del sol;
• vitamina C presente en el kiwi, la papaya, el mango, la piña y los arándanos, que favorece la síntesis de componentes como el colágeno que mantienen la piel tonificada y elástica;
• vitamina E presente en el aceite de oliva virgen extra y el aceite de girasol, capaz de combatir el envejecimiento celular y estimular la regeneración de la epidermis;
• ácidos grasos poliinsaturados como el Omega 3 y el Omega 6, que también favorecen la correcta formación de melanina dentro de los melanocitos y facilitan su transporte a las capas externas de la dermis gracias a la fluidez propia de su estructura y están contenidos en los frutos secos, el aceite de linaza y las semillas, los pescados pequeños, preferentemente locales, como anchoas, caballa, lubina, dorada, bacalao, igual que la leche y el aguacate. 

El consejo de la experta: "Es bien sabido que la fruta contiene mucho azúcar. Por lo tanto, siempre hay que tener cuidado con los excesos y limitarse a consumir unas tres raciones al día, incluyendo extractos o batidos".

10 alimentos para broncearse

Éstos son los 10 alimentos más comunes que, tomados a diario, favorecen el bronceado:

1. zanahorias: 100-200 gr
2. espinacas: 200 gr;
3. achicoria: 100 gr;
4. sandía: 1 rodaja mediana;
5. melocotones: 150 gr;
6. aguacate: 40 gr por comida además del aceite evo;
7. lechuga: 100 gr;
8. kiwi: 2 pequeños;
9. frutos secos: 30 gr;
10. tomates: 150 gr. 

Para hidratar la piel, sobre todo en verano, es esencial consumir al menos 3 litros de agua al día: 1,5 litros se introducen a través del agua que bebemos, y los 1,5 litros restantes a través de frutas y verduras. Esto se debe a que el agua ayuda a mantener la elasticidad de la epidermis y evita la sequedad y la descamación.

Para mantener el bronceado durante mucho tiempo, podemos beber al menos 8 vasos al día, lo que proporcionará al cuerpo la cantidad adecuada de líquidos y un buen brillo a la piel. Además, una epidermis bien hidratada será menos propensa al envejecimiento y se mantendrá sana más fácilmente".

El consejo de la experta: "Quienes no puedan beber agua, pueden alternarla con té helado sin azúcar, infusiones frescas y aguas aromatizadas con frutas y verduras, que son más apetecibles".

"La gente suele pensar que para 'ahorrar calorías' es mejor no añadir aceite a las verduras crudas y cocidas. Aquí se comete un error porque no basta con comer, por ejemplo, muchas zanahorias para obtener la cantidad adecuada de betacaroteno. Lo importante es hacer biodisponible el betacaroteno, ¿cómo? Añadiendo aceite de oliva virgen extra en crudo o al cocinar. De este modo, el betacaroteno, que es una sustancia liposoluble, se libera directamente en el aceite.

Lo mismo ocurre con la vitamina E, que de hecho se transporta directamente desde las grasas."