Nefrectomía radical

¿Qué es?

Dificultad técnica:
elevada
Duración media del procedimiento:
2-4 horas
Duración media de la estancia hospitalaria:
3-5 días

¿Cuándo está indicado este procedimiento?

Cuando el objetivo del tratamiento es curar el cáncer de riñón localizado, la cirugía es el tratamiento de elección. La nefrectomía radical está indicada para el tratamiento del cáncer de riñón localizado que no puede tratarse con una nefrectomía parcial o en el caso de un cáncer de riñón localmente avanzado. Ejemplos de situaciones en las que está indicado tratar un tumor renal con una nefrectomía radical son: cuando la extirpación del tejido enfermo por sí sola, con la adecuada preservación del tejido sano, es imposible debido a las características anatómicas; en el caso de un tumor muy grande o agresivo, con afectación de las venas renales, de la grasa perirrenal o de los ganglios linfáticos; o en el caso de una grave afectación del funcionamiento del riñón.

¿Cómo se realiza?

La operación puede realizarse con un abordaje quirúrgico abierto (a través de una incisión quirúrgica), con un abordaje laparoscópico (a través de 4 o 5 incisiones de entre 5 y 15 milímetros por las que se introduce el instrumental quirúrgico laparoscópico) o con un abordaje asistido por robot (a través de 5 o 6 incisiones de entre 5 y 15 milímetros por las que se conecta el instrumental quirúrgico a los brazos del robot-operador del Sistema Quirúrgico Da Vinci®).

La operación puede implicar: el desplazamiento del hígado, el colon ascendente y el duodeno (riñón derecho) o el desplazamiento del bazo, el páncreas, el colon descendente y el sigma (riñón izquierdo); el aislamiento del uréter, el aislamiento y eventual ligadura y sección de los vasos gonadales (arteria y vena); el aislamiento de los vasos renales (una o más venas y una o más arterias) de la vena cava (riñón derecho) o de la aorta (riñón izquierdo); el aislamiento, la ligadura y la sección de los vasos renales (una o más venas y una o más arterias), el aislamiento del riñón de la vena cava (riñón derecho) o de la aorta (riñón izquierdo) y de otras estructuras circundantes, y la extracción del riñón.

Además de las maniobras descritas anteriormente, puede ser necesario, según las características de la enfermedad o del paciente, extirpar también la glándula suprarrenal, los ganglios linfáticos o cualquier trombo neoplásico en las venas que salen del riñón. En el caso de un enfoque laparoscópico o asistido por robot, se requiere una incisión quirúrgica para extraer el riñón del abdomen después de haberlo colocado en un contenedor.

Leer másLeer menos

Recuperación

Complicaciones a corto plazo

En 7-8 pacientes de cada 10, no se observan complicaciones después de la cirugía. En algunos casos, el paciente puede tener fiebre que requiera tratamiento antibiótico, puede producirse una hemorragia que requiera transfusiones o, aún más raramente, maniobras de intervención. Otras complicaciones son posibles pero raras y suelen depender del estado de salud inicial del paciente.

Complicaciones de larga duración

La mayoría de los pacientes después de la cirugía tienen una recuperación completa de sus actividades diarias sin ninguna limitación o empeoramiento de su estado de salud antes de la cirugía. Los riesgos a largo plazo son el empeoramiento de la función renal global con la posibilidad de que se produzca una insuficiencia renal y la reaparición de la enfermedad a nivel local o sistémico, con la necesidad de un tratamiento adicional.

¿Está interesado en recibir tratamiento?

Póngase en contacto con nosotros y le atenderemos.