Atrofia vaginal
¿Qué es?
La atrofia vaginal es una enfermedad crónica que se caracteriza por el adelgazamiento de la mucosa vaginal, lo que provoca una reducción de la vascularización, la elasticidad y la hidratación. Además, se caracteriza por un aumento del pH vaginal que conduce a una reducción de los lactobacilos, con el consiguiente aumento de la vaginosis.
La causa es la reducción de estrógenos que se produce durante la manopausia; ésta puede ser natural, prematura o iatrogénica tras una intervención quirúrgica, quimioterapia o radioterapia.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas de atrofia vulvovaginal están presentes en más del 50 % de las mujeres menopáusicas, con un importante impacto negativo en la calidad de vida y la sexualidad.
- sequedad vaginal
- picor vaginal
- dispareunia: dolor durante el coito
- infecciones vaginales recurrentes
- disuria
- aumento de la frecuencia de la micción
- incontinencia urinaria
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico de la atrofia vulvovaginal es principalmente clínico. Es muy importante el momento de la anamnesis, es decir, investigar en profundidad los síntomas que refiere el paciente, la intensidad y el impacto en la calidad de vida. Una herramienta de diagnóstico sencilla pero eficaz es el uso de cuestionarios validados, que se administran al paciente. Por último, el examen clínico se basa en el índice de salud vaginal, que evalúa el estado de las mucosas vaginales.
¿Cómo se trata?
El objetivo del tratamiento de la atrofia vulvovaginal es restablecer el estado de las mucosas genitales y mejorar así los síntomas. Existen diferentes tipos de tratamiento: terapia hormonal, terapia no hormonal, tratamiento con láser. La terapia hormonal consiste en la aplicación de cremas de estrógenos a nivel local; es la primera línea de tratamiento recomendada por las guías si no hay contraindicaciones. En el caso de un tumor sensible a las hormonas (cáncer de mama), la terapia hormonal no está realmente indicada, por lo que podemos recomendar un tratamiento con cremas lubricantes, ácido hialurónico y humectantes locales, o un tratamiento vaginal con láser de CO2. Este último es un procedimiento ambulatorio, indoloro para el paciente, sin contraindicaciones ni efectos secundarios absolutos. Su función es restaurar la elasticidad y la lubricación de las paredes vaginales, mejorando así síntomas como la sequedad vaginal y el dolor durante el coito. Suelen ser 3 tratamientos con un mes de diferencia, obviamente el curso se personaliza para cada paciente.
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