Cáncer de cuello uterino
¿Qué es?
El cáncer de cuello uterino es la neoplasia que afecta a la porción del útero que sobresale en la vagina, llamada portio. El cáncer de cuello uterino tiene una historia natural bien conocida que, a través de las formas preneoplásicas (causadas por la infección del virus del papiloma) y el carcinoma in situ, conduce al tipo de cáncer invasivo. El cáncer de cuello uterino es la segunda neoplasia más frecuente en las mujeres.
El cáncer de cuello uterino es uno de los cánceres para los que existe hoy en día un cribado preventivo; las dos principales pruebas de cribado en el mundo son la prueba PAP (comúnmente llamada frotis vaginal), y la prueba de ADN del VPH. El primero es un examen citológico que tiende a detectar cambios celulares en la parte distal del canal cervical; debe realizarse en mujeres que no hayan utilizado lavados y/u óvulos durante al menos 24 horas, que no tengan hemorragias y/o procesos inflamatorios en curso, y que no hayan tenido relaciones sexuales durante 24 horas.
La prueba de ADN del VPH detecta la presencia del virus del VPH, el principal responsable de la carcinogénesis cervical. Muy importante para prevenir la infección y el cáncer es la vacunación contra el virus del papiloma. La vacuna 9-valente (Gardasil® 9) protege no sólo contra los subtipos 16, 18, 6 y 11 (cepas con alto riesgo oncogénico) sino también contra los subtipos 31, 33, 45, 52 y 58.
Causas y factores de riesgo
Los factores de riesgo para desarrollar una neoplasia cervical invasiva son el inicio temprano de la actividad sexual, el elevado número de parejas, embarazos múltiples, edad temprana en el primer embarazo, bajo nivel socioeconómico, tabaquismo, infecciones genitales y falta de higiene sexual. La infección por el virus del papiloma humano (VPH) es una condición necesaria pero no suficiente en el desarrollo de la neoplasia cervical; en aproximadamente el 99,7% de los carcinomas cervicales se encuentra el ADN del virus. La existencia simultánea de causas concomitantes (inmunodepresión, otras infecciones de transmisión sexual) crea las condiciones para una infección persistente por VPH.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico de cáncer de cuello uterino se realiza con mayor frecuencia sobre la base de un informe dudoso o positivo de la prueba de Papanicolaou y/o de la prueba de ADN del VPH, que son los exámenes de nivel I. El examen de nivel II que pretende detectar la presencia y la gravedad de las lesiones pre y cancerosas es la colposcopia, con la que se puede tomar una biopsia para obtener un diagnóstico histológico de la lesión.
- Sangrado vaginal anormal (fuera del ciclo menstrual)
- Flujo vaginal inusual (en color y consistencia)
- Dolor pélvico.
- Dolor o sangrado durante las relaciones sexuales.
Exámenes sugeridos
¿Cómo se trata?
El tratamiento depende de la edad del paciente y del estadio (extensión del tumor). El tratamiento quirúrgico del tumor portio se reserva para los estadios iniciales. Tratamiento en fase inicial
- Conización, que permite preservar la actividad reproductiva con una posible linfadenectomía o extirpación de los ganglios linfáticos centinela;
- Histerectomía radical con linfadenectomía o extirpación del ganglio centinela;
Tratamiento de los estadios localmente avanzados:
- Radioterapia con quimioterapia concomitante
En casos seleccionados, se puede considerar el tratamiento con quimioterapia neoadyuvante seguido de un tratamiento quirúrgico definitivo.
Los estadios avanzados con metástasis a distancia merecen un tratamiento definitivo de quimioterapia. Actualmente se están realizando ensayos clínicos con fármacos de inmunoterapia para el tratamiento del cáncer de cuello de útero avanzado o recurrente.
Procedimientos sugeridos
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