Cáncer de hipofaringe
¿Qué es?
Se trata de un tumor poco frecuente que afecta a las estructuras de la garganta situadas detrás de la laringe, que conectan la faringe con el esófago y son esencialmente responsables de la deglución.
Desde un punto de vista estrictamente anatómico puede subdividirse en: senos piriformes, pared posterior de la hipofaringe y región retrocricoidea.
En Italia se da una tasa de 0,4 casos por cada 100.000 habitantes al año, mientras que en Europa se dan 0,9 casos/100.000 al año.
La mayor incidencia del mundo se da en la India. Los hombres están 9 veces más afectados que las mujeres, y la mayor frecuencia de aparición se da entre los 50 y los 70 años.
Las causas conocidas son tabaquismo y abuso de alcohol, así como una dieta deficiente en hierro, como en el síndrome de Plummer-Vinson.
¿Cuáles son los síntomas?
El tumor inicial de la laringe se manifiesta la mayoría de las veces con alteraciones de la voz (disfonía), pero cuando es más extenso, puede manifestarse también por la aparición de dificultad y dolor al tragar, que puede llegar hasta el oído. Más raramente, el tumor se manifiesta con falta de aire: se puede experimentar disnea durante la noche, en situaciones de estrés o, en el caso de un tumor grande, dificultad para respirar incluso en reposo.
- disfonía
- dificultad y dolor al tragar
- falta de aliento
- tos y ronquera
- agrandamiento de los ganglios linfáticos del cuello
¿Cómo se diagnostica?
Es esencial una evaluación rápida por otorrinoscopia especializada, apoyada por dos investigaciones endoscópicas: esofagogastroscopia y fibroscopia, asociadas, en caso de sospecha, a investigaciones radiológicas como: tomografía axial computarizada (TAC) de cuello, tórax y abdomen con y sin mdc, seguida, si es necesario, de tomografía por emisión de positrones (PET) y, si está indicado, de resonancia magnética (RM).
El diagnóstico de cáncer debe confirmarse mediante una biopsia del lugar de origen o, si no es posible, mediante una biopsia del ganglio linfático.
El tratamiento de los primeros estadios es la radioterapia o la cirugía sola.
Para la enfermedad localmente avanzada (T3-4 y/o N 1-3) la radioterapia sola, así como la cirugía seguida de radioterapia, tienen resultados modestos, logrando un control loco-regional < 40%, mientras que se ha logrado una mejora significativa con la cirugía seguida de radio-quimioterapia.
En caso de que sea necesaria una operación demoledora para extirpar toda la hipofaringe y la laringe, se puede considerar el tratamiento de preservación de órganos mediante quimioterapia y radioterapia concomitantes o, para casos seleccionados, quimioterapia seguida de radioterapia con el objetivo de lograr una curación y evitar la extirpación total de la laringe y la posterior traqueotomía permanente, con la misma supervivencia en comparación con un enfoque de cirugía seguida de radioterapia.
La traqueotomía es un procedimiento quirúrgico que consiste en la formación de un orificio en la base del cuello que excluye la laringe y al que se une la tráquea para permitir la respiración y, tras un ejercicio adecuado, la fonación. El orificio se mantiene abierto mediante una cánula (tubo pequeño) que llega hasta la tráquea.
La traqueotomía, en cambio, es diferente: consiste únicamente en realizar una abertura, no permanente, en la tráquea para facilitar la respiración en determinados momentos críticos, pero sin excluir la laringe y sin alterar la fonación.
Sin embargo, la preservación de los órganos no es factible en los casos de enfermedad infiltrante del cartílago, esperanza de vida reducida debido a otras enfermedades, mal estado general, edad avanzada, antecedentes de neumonía frecuente en el último año.
Para las formas avanzadas, el objetivo es la cronificación de la enfermedad mediante el uso de quimioterapia, posiblemente combinada con terapia biológica, y, como segundo paso, para los pacientes en buen estado general, la inmunoterapia, como se ha aprobado recientemente, o más quimioterapia.
Los tratamientos anteriores se combinarán posiblemente con la radioterapia de los lugares sintomáticos o con riesgo de hemorragia/fractura, y con la cirugía de las metástasis individuales.
¿Cómo se trata?
El tratamiento de los estadios iniciales es la radioterapia sola o la cirugía sola.
Para la enfermedad localmente avanzada (T3-4 y/o N 1-3) la radioterapia sola, así como la cirugía seguida de radioterapia, tienen resultados modestos, logrando un control loco-regional < 40%, mientras que se ha logrado una mejora significativa con la cirugía seguida de radio-quimioterapia.
En caso de que sea necesaria una operación demoledora para extirpar toda la hipofaringe y la laringe, se puede considerar el tratamiento de preservación de órganos mediante quimioterapia y radioterapia concomitantes o, para casos seleccionados, quimioterapia seguida de radioterapia con el objetivo de lograr una curación y evitar la extirpación total de la laringe y la posterior traqueotomía permanente, con la misma supervivencia en comparación con un enfoque de cirugía seguida de radioterapia.
La traqueotomía es un procedimiento quirúrgico que consiste en la formación de un orificio en la base del cuello que excluye la laringe y al que se une la tráquea para permitir la respiración y, tras un ejercicio adecuado, la fonación. El orificio se mantiene abierto mediante una cánula (tubo pequeño) que llega hasta la tráquea.
La traqueotomía, en cambio, es diferente: consiste únicamente en realizar una abertura, no permanente, en la tráquea para facilitar la respiración en determinados momentos críticos, pero sin excluir la laringe y sin alterar la fonación.
Sin embargo, la preservación de los órganos no es factible en los casos de enfermedad infiltrante del cartílago, esperanza de vida reducida debido a otras enfermedades, mal estado general, edad avanzada, antecedentes de neumonía frecuente en el último año.
Para las formas avanzadas, el objetivo es la cronificación de la enfermedad mediante el uso de quimioterapia, posiblemente combinada con terapia biológica, y, como segundo paso, para los pacientes en buen estado general, la inmunoterapia, como se ha aprobado recientemente, o más quimioterapia.
Los tratamientos anteriores se combinarán posiblemente con la radioterapia de los lugares sintomáticos o con riesgo de hemorragia/fractura, y con la cirugía de las metástasis individuales.
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