Disección de la aorta
¿Qué es?
La disección aórtica es una enfermedad de la pared aórtica en la que la capa interna se rompe y se separa de la media y puede ser mortal en muchos casos. La mayoría de las disecciones aórticas se producen porque la hipertensión arterial provoca el deterioro de la pared arterial. Las disecciones aórticas son tres veces más comunes en los hombres, más comunes entre los negros (especialmente los afroamericanos) y menos comunes entre los asiáticos. Aproximadamente tres cuartas partes de los casos de disección aórtica se producen en personas de entre 40 y 70 años. La causa más común es la hipertensión crónica. Las causas menos comunes de la disección aórtica son las enfermedades hereditarias del tejido conectivo, las anomalías congénitas y los traumatismos en resultados de los accidentes de tráfico.
¿Cuáles son los síntomas?
La disección aórtica provoca un dolor, generalmente repentino, agudo y descrito como un desgarro o una laceración. El dolor se suele sentir en el pecho, pero a menudo también en la espalda, entre los hombros. El dolor suele producirse a lo largo del trayecto de la disección a medida que ésta avanza por la aorta.
- dolor torácico o retroesternal, abdominal y/o lumbar
- dificultad para respirar
- Ictus
- Insuficiencia renal
- Paraplejía
- Insuficiencia cardíaca
¿Cómo se diagnostica?
Los pacientes con los síntomas descritos tienen un alto riesgo de sospechar una disección aórtica y deben someterse a pruebas de imagen.
Exámenes sugeridos
¿Cómo se trata?
Todos los pacientes con disección aórtica aguda deben ser tratados inicialmente en cuidados intensivos con una adecuada monitorización de los parámetros vitales como la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la frecuencia respiratoria. El tratamiento quirúrgico depende de la localización de la disección y de los factores de complicación. Puede realizarse mediante cirugía abierta o endovascular.
Procedimientos sugeridos
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