Malformación arteriovenosa (MAV)
¿Qué es?
En condiciones normales, las arterias fluyen dividiéndose en ramas cada vez más pequeñas. Cuando llegan a su destino se dividen en un gran número de capilares, vasos con un diámetro muy pequeño.
Son una maraña de arterias y venas conectadas entre sí sin la interposición normal de capilares. La sangre que fluye en los vasos anormales de la malformación se mueve rápidamente y llega a las venas con una presión muy alta, que no es disminuida por los capilares. Las venas se dilatan y sus paredes, incapaces de soportar estas presiones, pueden romperse, provocando una hemorragia cerebral.
Causas y factores de riesgo
Son malformaciones congénitas sin causa identificable.
No son hereditarios y los miembros de la familia no tienen mayor riesgo que el resto de la población.
¿Cuáles son los síntomas?
Pueden causar diferentes problemas. Los dos más comunes son:
- rotura de las venas que provoca una hemorragia cerebral;
- irritación del tejido cerebral adyacente con la aparición de convulsiones.
¿Cómo se trata?
Pueden tratarse con técnicas diferentes, incluso combinadas:
- Radiocirugía estereotáctica (Gamma Knife). Desempeña un papel esencial en el tratamiento de los pacientes que padecen esta enfermedad y consiste en la focalización extremadamente precisa de los rayos gamma en la malformación, lo que da lugar al cierre progresivo de los vasos sustituidos por tejido cicatricial durante un período de seis meses a tres años. Este procedimiento funciona mejor en malformaciones pequeñas y de bajo flujo.
- La intervención quirúrgica. Se aísla todo el contorno de la malformación arteriovascular, cerrando la irrigación arterial, y se elimina la malformación en bloque tras cerrar las venas de drenaje.
- Técnica endovascular. Sirve para cerrar una malformación. Se realiza mediante una técnica similar a la angiografía diagnóstica: se utiliza un catéter fino para inyectar diferentes materiales (pegamento, partículas, etc.) en la malformación arteriovenosa, que detienen el flujo de sangre en los vasos patológicos. Antes de la cirugía, se suele utilizar la embolización endovascular para reducir el tamaño de la malformación. Esta técnica también puede utilizarse antes del tratamiento radioquirúrgico para reducir el tamaño de la malformación y garantizar así un mejor resultado.
Al tratarse de una patología compleja, la elección terapéutica debe ser discutida en centros especializados donde se puedan evaluar las ventajas e inconvenientes de la cirugía, el tratamiento endovascular y la radiocirugía estereotáctica.
Para optimizar la definición de la lesión a tratar, cada paciente se somete a una resonancia magnética cerebral estereotáctica y a una angiografía sobre la que se prepara el plan de tratamiento.
La eficacia y las posibles complicaciones varían en función del tamaño y la localización de la malformación. Actualmente se dispone de estudios estadísticos que permiten elegir la dosis terapéutica que ofrece la mejor relación riesgo-beneficio para cada MAV.
Procedimientos sugeridos
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