Trastornos miccionales en niños
¿Qué es?
Los trastornos de la micción son muchos. Una de las más comunes es la enuresis, la pérdida involuntaria e inconsciente de orina durante el sueño. La mayoría de los niños son capaces de mantenerse secos a los 3 años. Hasta los 4 años, la enuresis se considera normal, pero si se produce a partir de los 5 años, es hora de abordar el problema.
Causas y factores de riesgo
La enuresis afecta al 15-20% de los niños de 5 años, al 5% de los de 10 años y al 1% de los de 15 años.
Es frecuente encontrar a alguien en la misma familia que haya sufrido enuresis en el pasado, pero no se ha demostrado una transmisión genética directa.
Las causas de los distintos trastornos urinarios son múltiples:
- infecciones del tracto urinario, la causa más común de los trastornos urinarios en general;
- anomalías anatómicas moderadas en la vejiga o la uretra, como estrechamientos congénitos de la uretra definidos como válvulas de la uretra posterior;
- "inmadurez" en el funcionamiento de los esfínteres vesical y uretral;
- cálculos, especialmente en los niños mayores.
Una causa frecuente de enuresis es la inmadurez de la vejiga, que se vacía sin control. En un porcentaje considerable de niños, la enuresis es expresión de una patología urológica.
A menudo se teme que la enuresis sea una expresión de algún problema psicológico del que el niño no puede hablar. En realidad, se ha comprobado que no son los problemas psicológicos los que la provocan, sino todo lo contrario: es la enuresis la que produce resentimientos psicológicos, ligados al malestar que el niño siente hacia sus compañeros.
También se ha comprobado que la corrección de este trastorno conduce a la resolución de estos problemas.
¿Cuáles son los síntomas?
Otros trastornos urinarios de los que puede quejarse el niño son:
- dificultad no especificada para orinar (disuria);
- dolor al orinar (estranguria);
- necesidad repentina y violenta de orinar, sin poder aguantar hasta llegar al baño, lo que provoca una pérdida involuntaria de orina (micción imperiosa);
- necesidad frecuente de orinar, con escasa producción de orina (polaquiuria).
¿Cómo se diagnostica?
En presencia de un trastorno miccional, la visita al urólogo pediátrico permite evaluar la presencia real de la patología y establecer su gravedad.
A continuación, será necesario realizar:
- examen de orina con urocultivo: permite evaluar la presencia real de bacterias en la orina, destacando el número y el tipo de bacterias;
- ecografía del aparato urinario: permite evaluar la presencia de posibles anomalías anatómicas;
- en casos seleccionados, se debe realizar también una cistouretrografía urinaria. Este examen implica la colocación de una sonda vesical, el llenado de la vejiga con un medio de contraste y la toma de algunas radiografías mientras se llena y se vacía la vejiga. Se realiza de forma ambulatoria y permite estudiar la anatomía y el funcionamiento de la vejiga y la uretra. Es el primer examen que debe realizarse cuando se sospecha de un reflujo vesico-ureteral, una función vesical inmadura o un estrechamiento congénito de la uretra.
Exámenes sugeridos
¿Cómo se trata?
El tratamiento de los distintos trastornos de la micción depende de la patología responsable del trastorno.
En el caso de:
- anomalías anatómicas, se lleva a cabo la corrección quirúrgica de la anomalía;
- las infecciones del tracto urinario se tratan con medicamentos para "relajar" la vejiga o reducir la cantidad de orina producida durante la noche;
- piedras, el tratamiento consiste principalmente en la terapia de agua en casa: bebiendo mucho, el niño puede eliminar espontáneamente la piedra. Si el cálculo no se elimina, se puede utilizar la litotricia. Los resultados son variables y dependen del tamaño de la piedra. Puede ser necesario repetir los tratamientos a lo largo del tiempo.
En el caso de la enuresis, a medida que el niño crece, puede haber una cierta resolución espontánea del problema: entre los 5 y los 9 años, 14 de cada 100 niños se recuperan espontáneamente a cada año de edad.
Procedimientos sugeridos
¿Está interesado en recibir tratamiento?