Estudio urodinámico completo

El estudio urodinámico completo no es un examen de primera línea. Está indicado en casos de disfunción urinaria compleja que no responde a una primera línea de tratamiento o cuando puede ser útil para cambiar enfoque terapéutico del paciente. A veces es útil para predecir el resultado de ciertos tipos de cirugía del tracto urinario inferior y para seleccionar a los pacientes con más probabilidades de beneficiarse de un determinado enfoque quirúrgico. También es muy importante que se realice en toda una serie de enfermedades neurológicas con afectación de la vejiga.

Un examen urodinámico estándar incluye uroflujometría libre, cistomanometría y estudio de presión/flujo. La evaluación dura entre 50 y 60 minutos. La flujometría es el registro gráfico del flujo urinario durante la micción. La cistomanometría es el registro continuo de los cambios de presión de la vejiga durante su llenado. El estudio de la presión de flujo se realiza, en cambio, para el estudio de la fase de vaciado de la vejiga, ya que permite evaluar la presión intravesical exacta junto con el flujo durante la fase de vaciado. Desde un punto de vista práctico, para realizar el examen es necesario colocar dos catéteres, uno en la vejiga y otro en el recto (o en la vagina), que permiten llenar la vejiga, mediante una solución salina o un medio de contraste (cuando se prevé una evaluación radiológica), con volúmenes conocidos de líquido, mientras se miden simultáneamente las presiones en la vejiga y el abdomen. Al final del llenado, cuando el paciente siente la necesidad de orinar, se realiza la evaluación urinaria midiendo tanto el flujo de orina como las presiones correspondientes.