Varicocele pélvico
¿Qué es?
El varicocele pélvico es una dilatación patológica de las venas de la región pélvica que puede ser primaria o secundaria. La primaria está relacionada con la alteración del flujo de las venas pélvicas o la dilatación de las venas periuterinas secundaria al embarazo; la secundaria se debe a la compresión patológica de las venas principales. Los puntos de compresión más frecuentemente identificados son a nivel de la vena ilíaca izquierda (síndrome de May-Thurner) y a nivel de la vena renal izquierda (síndrome de Cascanueces). El varicocele pélvico es una condición que afecta casi exclusivamente a las mujeres, debido a la anatomía de la pelvis femenina. En las mujeres, el varicocele pélvico afecta especialmente a las venas ováricas y a las venas ilíacas internas. La sintomatología también puede implicar a otros órganos de la pelvis, creando una inflamación crónica y formando el síndrome de congestión pélvica.
¿Cuáles son los síntomas?
El varicocele pélvico provoca un estancamiento venoso crónico que da lugar a una serie de síntomas con inflamación que puede afectar a los órganos pélvicos adyacentes. Las manifestaciones típicas son: sensación de malestar o dolor en la región pélvica y el bajo vientre. Sensación de pesadez/hinchazón en los miembros inferiores. Intestino irritable, que da lugar a todos los síntomas asociados al llamado síndrome del intestino irritable. Dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia).
- Dolor de piernas
- Piernas hinchadas y ardientes
- Venas salientes
- Sensación de pesadez en las piernas
- Calambres nocturnos
- Picor en las piernas
- Úlcera venosa
- Dolor pélvico
- Intestino irritable
- Dolor durante las relaciones sexuales
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico se basa principalmente en la exploración objetiva del paciente y en la anamnesis. Con los exámenes de imagen es posible definir la localización del punto de impedimento del retorno venoso y la gravedad de la insuficiencia venosa.
Exámenes sugeridos
¿Cómo se trata?
El tratamiento que se realiza hoy en día para el varicocele pélvico consiste en un tratamiento endovascular mínimamente invasivo que corresponde a la embolización percutánea de la vena pélvica. Este procedimiento implica, a nivel de las venas con varicocele, la liberación de sustancias embolizantes o la colocación de pequeñas bobinas metálicas para cerrar estos vasos venosos y evitar así su dilatación patológica. En los casos de varicocele pélvico secundario a la compresión de los vasos ilíacos o de la vena renal izquierda, puede estar indicado combinar el tratamiento endovascular con stents o el tratamiento quirúrgico
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