Cistitis: qué es, cómo reconocerla y cuáles son las soluciones

"De naturaleza bacteriana o no bacteriana, la cistitis afecta más a las mujeres que a los hombres en una proporción de 4 a 1", explica el Dr. Cremona.

Cistitis en la mujer

"En las mujeres, la causa principal es la proximidad del meato uretral (es decir, el canal de salida de la orina) a la mucosa vaginal y también al intestino. Como consecuencia, puede producirse fácilmente la migración de bacterias desde el tracto genital o intestinal a lo largo de la uretra hasta la vejiga. Es más frecuente en las mujeres, porque la uretra femenina mide unos 3 cm", explica el médico.

Cistitis en los hombres

"En los hombres, la uretra, además de tener una longitud de 12-15 cm, está protegida por jugos prostáticos ácidos que tienen una función antibacteriana. Esto dificulta el arraigo de las bacterias, que parten del exterior (ano). Por otra parte, es más probable que se desarrolle una prostatitis que una cistitis."

Las causas de la cistitis bacteriana

A veces, la cistitis bacteriana puede estar relacionada con una disminución de los anticuerpos. En las mujeres con cistitis, se ha demostrado una reducción de IgA, anticuerpos presentes en la vejiga. A veces son bacterias especialmente agresivas o que se propagan las que provocan cistitis recurrentes. 

Malos hábitos que favorecen la cistitis

"Los malos hábitos, como vaciar la vejiga con poca frecuencia, pueden favorecer este trastorno: si la vejiga se vacía con poca frecuencia, se acumula mucha orina y bacterias, lo que facilita la aparición de infecciones.

Así, por el contrario, el vaciado frecuente de la vejiga puede ser un mecanismo protector; por eso es importante beber mucha agua para diluir al máximo la orina eliminando las bacterias", añade el experto.

Otros factores desfavorables son:

• el uso prolongado de ropa interior
• el mantenimiento de trajes mojados;
• higiene deficiente o inadecuada de la ropa interior.

La cistitis puede manifestarse de dos formas:

• Aguda: es característica porque los síntomas consisten principalmente en problemas urinarios, en particular:
  • ardor al orinar
  • necesidad continua de vaciar la vejiga;

En los casos graves, también aparece sangre en la orina, y se habla de cistitis hemorrágica. Se trata, por tanto, de un trastorno agudo y fuerte; en raras ocasiones, en la cistitis aguda hay también episodios de fiebre.

• Crónica: es difícil de diagnosticar y tratar, ya que no hay cambios particulares que la distingan y a menudo son necesarias unas investigaciones exhaustivas para diagnosticarla.

Cistitis crónica y depresión: relación y remedios

La cistitis crónica también puede estar causada por un bajón anímico o una depresión franca; en estos casos, la terapia se refiere a antidepresivos, que proporcionan excelentes resultados; u otro tipo de terapia consiste en inyectar sustancias, como ácido hialurónico, en la vejiga. En casos extremos, también se puede recurrir a un tratamiento quirúrgico para aumentar la capacidad de la vejiga o, en el peor de los casos, a su extirpación. 

"Las cistitis no bacterianas pueden estar causadas por micetos (hongos) o parásitos, pero también pueden deberse a agentes físicos, como ocurre, por ejemplo, con la radioterapia: la radiación, al dañar la mucosa de la vejiga, puede causar la llamada cistitis actínica o por radiación.

También hay cistitis no bacterianas debidas a quimioterapias que se administran en la vejiga por instilación (por ejemplo, mitomicina, epirubicina); las inmunoterapias, como la BCG (bacilo de Calmette-Guerin), también pueden causar cistitis por irritación.

Otros tipos no bacterianos pueden ser:

• cistite post-coitale o da luna di miele (Honeymooncystitis), che si verifica in seguito a rapporti sessuali troppo intensi.
• cistitis frígida (o cistitis por frío), que se produce debido a temperaturas excesivamente bajas que provocan la irritación de la vejiga, inflamándola.
• cistitis intersticial, el tipo crónico, que incluye toda la gama de síntomas de la cistitis clásica, pero dura más de 6 meses y no responde a los tratamientos tradicionales," afirma el Dr. Cremona.

Existe mucha confusión por parte de las mujeres a la hora de reconocer una cistitis, por lo que la presencia de problemas urinarios es esencial para llegar a este diagnóstico.

"Otros tipos de síntomas, como las molestias cuando la vejiga está vacía o la dificultad para mantener una posición sentada, pueden remontarse a otras afecciones como las hemorroides y la colitis crónica o el síndrome del intestino irritable. El síndrome del intestino irritable se confunde fácil y frecuentemente con la cistitis porque, además de dolor abdominal cerca de la vejiga, también se acompaña de micción frecuente.

La vulvovaginitis, subraya el urólogo, también puede simular una cistitis porque provoca ardor al orinar y micción frecuente. En este caso, la orina pasa sobre la mucosa vaginal inflamada y provoca ardor. Sin embargo, de todos ellos, el síndrome del intestino irritable sigue siendo el trastorno que más fácilmente se confunde con la cistitis".

La prueba más adecuada es, en primer lugar, el urocultivo. Es importante realizarlo correctamente si no se quiere correr el riesgo de obtener resultados alterados.

Cómo recoger la orina

En un frasco estéril, que se puede encontrar fácilmente en las farmacias, el paciente debe recoger el segundo chorro de la primera orina de la mañana; esto se debe a que el primero cumple la función de "limpiar" el camino de cualquier bacteria que pueda contaminar el fluido.

Otros exámenes

"En las cistitis más importantes, explica el médico, como la cistitis hemorrágica, se puede investigar con otros exámenes, como una cistoscopia ambulatoria; ésta permite observar si hay cambios en las paredes, si la vejiga está dilatada y si no se vacía completamente.

La ecografía vesical, una exploración muy sencilla, también permite poner de manifiesto cualquier problema de la vejiga que pueda facilitar la aparición de una cistitis. La cistitis intersticial, en cambio, requiere una cistoscopia con biopsias para detectar ciertas alteraciones típicas de esta forma de cistitis".

Si los resultados del análisis dan un valor de 100.000 UFC/ml o más, se puede hablar de infección.

"Normalmente, concluye Cremona, se prescriben antibióticos de amplio espectro, pero si la cistitis no se cura, en ese momento se recurre a un antibiograma (ABG); en este caso, se comparan las bacterias con los distintos antibióticos. De hecho, la bacteria puede ser resistente o sensible a ese tipo de antibiótico, y así se puede elegir el fármaco más adecuado".

Se pueden tomar los siguientes remedios para limitar la cistitis:

• beber al menos 1,5-2 litros de líquido al día (agua, infusiones, manzanilla). Si bebes mucho, tu orina será muy clara, casi transparente;
• comer mucha fruta y verdura porque aumentan la producción de orina;
• observar una higiene adecuada que evite los productos de limpieza íntima demasiado agresivos que pueden alterar las defensas naturales. Lo mejor es utilizar jabón neutro, como el que se usa para los niños, aclarando con abundante agua;
• utilizar ropa interior de tejidos naturales (por ejemplo, algodón), evitando los materiales sintéticos que puedan crear irritaciones;
• también son útiles los complementos alimenticios, como los que contienen arándano, que son antiinflamatorios naturales que pueden ayudar a mantener limpias las vías urinarias;
• mantener una actividad sexual sana y segura.