Prótesis de hombro: cuándo recurrir a la cirugía y en qué consiste

"La limitación funcional del hombro es una patología bastante incapacitante para el paciente", explica el Dr. Camos, "muchas personas tienen dificultades para realizar las actividades cotidianas más sencillas, como meterse la cartera en el bolsillo, ocuparse de su higiene personal o hacer ejercicio".

Hay varias patologías que pueden llevar a la necesidad de cirugía de hombro.

La más frecuente es la artrosis glenohumeral excéntrica, causada por una lesión masiva irreparable del manguito de los rotadores: el desgaste de los cartílagos articulares y la alteración de la biomecánica normal del hombro provocan inevitablemente dolor de hombro, con la consiguiente limitación funcional progresiva.

Otras patologías que pueden conducir a una prótesis de hombro:

• artrosis glenohumeral concéntrica;
• artritis reumatoide;
• fracturas o secuelas de fracturas de la epífisis proximal del húmero (cabeza humeral);
• necrosis aséptica de la cabeza humeral. 

Síntomas de la artrosis glenohumeral

Los síntomas más comunes de la artrosis glenohumeral son:

• dolor;
• rigidez articular y limitación funcional;
• hinchazón (derrame articular);
• hipotrofia de los músculos del hombro.

Los pacientes candidatos a artroplastia de hombro presentan un cuadro clínico caracterizado por dolor intenso y limitación funcional articular importante en todos los planos. Generalmente, la indicación quirúrgica es para pacientes mayores de 65 años.

Cómo diagnosticar la artrosis glenohumeral

"El proceso de diagnóstico de la artrosis glenohumeral se desarrolla a través de varias etapas", prosigue el especialista.

En primer lugar, es necesaria una recopilación exhaustiva de los síntomas que presenta el paciente (anamnesis), seguida de diversas pruebas clínicas que deben realizarse durante la consulta con el traumatólogo. Por último, deben realizarse pruebas instrumentales para confirmar la hipótesis diagnóstica".

Entre los exámenes más útiles para un mejor cuadro diagnóstico se encuentran: 

• la radiografía del hombro en dos proyecciones;
• la tomografía axial computarizada (TC);
• la resonancia magnética nuclear (RMN). 

"En cuanto a la cirugía protésica, se utiliza un acceso quirúrgico pectoral deltoideo, que dejará una cicatriz de unos 10-12 cm. Tras llegar a la articulación, se extraerá la cabeza del húmero y, a continuación, se preparará la cavidad glenoidea y el canal humeral para alojar los componentes protésicos", prosigue, “el procedimiento quirúrgico finaliza con la inserción de los componentes protésicos, las pruebas de función articular y la sutura de la capa”. Concretamente, en cuanto al tipo de intervención quirúrgica y protésica, se procede a:

• la artroplastia anatómica para la artrosis glenohumeral concéntrica;
• la artroplastia inversa para la artrosis glenohumeral excéntrica. 

La duración media de la intervención quirúrgica es de unos 75 minutos.

En todos los casos, se realizará una anestesia selectiva útil para la analgesia postoperatoria y una anestesia general.

Existen terapias alternativas conservadoras, sin embargo, las médico-físicas actúan sobre los efectos de la patología (dolor, contractura muscular) y no sobre la causa (alteración anatómica) dando lugar a resultados parciales y absolutamente transitorios".

Desde el primer día postoperatorio, el paciente comienza una movilización cautelosa del hombro. Al cabo de 3-4 días se le da el alta y los puntos de sutura se retiran al cabo de unos 15 días. No se prescribe una ortesis, pero se inicia inmediatamente un programa de rehabilitación.

"Al cabo de unos 30 días", concluye Camos, "se realizará un control radiográfico con un examen ortopédico: estos exámenes se repetirán a los 6 y 12 meses y después una vez al año. Al cabo de unos 6 meses, el resultado clínico estabilizado se caracteriza por la ausencia de dolor y una notable mejora de la movilidad del hombro".