Tabaquismo e importancia de la prevención

"El humo del cigarrillo contiene más de 7.000 sustancias químicas diferentes. Muchas de ellas son tóxicas, como la nicotina o los metales pesados, y al menos 70 son cancerígenas para el ser humano", afirma la profesora Veronesi, "por eso fumar es la causa de muchas enfermedades". Además del cáncer de pulmón, por nombrar sólo algunas, existen:

• 10 tipos de tumores;
• infarto de miocardio;
• hipertensión;
• enfermedades respiratorias crónicas;
• ictus;
• diabetes tipo 2.

"Las sustancias contenidas en el humo no sólo son inhaladas por los fumadores al aspirar a través del filtro, sino que se dispersan en el ambiente, en cuyo caso podemos hablar de humo secundario, emitido desde la punta del cigarrillo", explica la especialista.

El humo secundario tiene mayores concentraciones tóxicas, porque se produce a temperaturas más bajas, y perjudica a los no fumadores tanto por inhalación directa como a través de los objetos sobre los que se deposita.

"Por último, existen los efectos sobre el medio ambiente", continúa la doctora, "los residuos de sustancias tóxicas permanecen en las colillas y acaban en el medio ambiente en cantidades impresionantes. Solo en 2018, se recogieron casi 6 millones de ellas en playas de todo el mundo". Producir tabaco también es una actividad extremadamente dañina para el medio ambiente, ya que contribuye a la desertificación y al calentamiento global debido a las altas emisiones de co2.

Dejar de fumar es un acto de responsabilidad hacia uno mismo, las personas que nos rodean y el medio ambiente.

"Nunca es demasiado tarde para dejar de fumar: de hecho, sabemos que tras un número suficiente de años alejados del tabaco, el riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas con el tabaquismo disminuye y puede volver a ser el mismo que el de los no fumadores", explica Giulia Veronesi.

Sin embargo, quienes fuman mucho y durante mucho tiempo no sólo deben dejar de fumar, sino también mantener su salud bajo control". 

Al cáncer de pulmón se le suele llamar el silent killer (asesino silencioso) precisamente por su capacidad para pasar desapercibido hasta las fases más avanzadas de la enfermedad, cuando la intervención se hace más difícil. No es casualidad que, aunque sea el tercero en incidencia en la población, sea el primero en mortalidad.

Por ello, un diagnóstico precoz puede marcar la diferencia en términos de eficacia terapéutica. Un tumor pulmonar pequeño puede extirparse con un abordaje quirúrgico robótico mínimamente invasivo que no afecte al pulmón (segmentectomía robótica).

"Con este objetivo, el Hospital IRCCS San Raffaele ofrece un programa de cribado gratuito dirigido a los fumadores empedernidos, es decir, desde hace más de 30 años, o que hayan fumado y dejado de fumar durante menos de 15 años y tengan más de 50 años", prosigue la especialista. 

El programa ofrece la oportunidad de someterse a un chequeo gratuito de su salud pulmonar y cardiaca y cuantificar su nivel de riesgo. Consiste en una entrevista y un cuestionario sobre su estilo de vida, una TAC de baja dosis, un análisis de sangre y una espirometría, para evaluar su capacidad respiratoria”.

El objetivo final no es sólo realizar un diagnóstico precoz del cáncer y las enfermedades respiratorias y cardiacas en los grandes fumadores, sino también desarrollar un modelo de inteligencia artificial para el diagnóstico precoz integrado con marcadores moleculares y celulares circulantes.

"El proyecto de prevención, que se inició antes de la pandemia de COVID-19, concluye la profesora Giulia Veronesi, es aún más importante hoy en día, sobre todo después de este largo periodo de emergencia en el que la prevención se ha descuidado forzosamente".