Enfisema pulmonar: qué es, tratamiento y papel del tabaquismo
Fecha de publicación: 28-07-2022
Actualizado en: 28-04-2023
Asunto: Enfermedades pulmonares
Tiempo estimado de lectura: 1 min
Autor del Artículo
Carolina CappelloEditor médico
George CremonaEditor y Traductor
Viktoryia LuhakovaSegún los datos de 2022, casi uno de cada cuatro italianos (24,2% de la población) es fumador. Las cifras aumentaron un 2% en comparación con el período anterior a la pandemia, que no se observaba desde 2006.
El tabaquismo, como ya se sabe, es un importante factor de riesgo para el desarrollo de muchas enfermedades, entre las que se encuentra el enfisema pulmonar. Se calcula que afecta a unos 210 millones de personas en todo el mundo y puede causar 3 millones de muertes individuales cada año.
En el pasado, el enfisema era más común entre los hombres, grandes fumadores. Sin embargo, en los últimos años el escenario ha cambiado: las mujeres fumadoras también padecen enfisema y son mucho más propensas que los hombres a sufrir la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), que está asociada al enfisema, como veremos a continuación.
La intervención precoz, sobre todo para evitar el deterioro de la función pulmonar, no sólo es posible sino necesaria. Hablamos de esta patología, sus causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento con el Dr. George Cremona, Jefe de Neumología y Fisiopatología del Hospital Ospedale San Raffaele.
Enfisema pulmonar y sus tipos
El enfisema pulmonar es una enfermedad que afecta a los alvéolos pulmonares: el tejido del que están compuestos se deteriora con una reducción de su capacidad para intercambiar oxígeno y dióxido de carbono con la sangre.
"El tejido alveolar se destruye reduciendo fuertemente la superficie para los intercambios de gases: una vez destruidos, los 7 tejidos alveolares ya no pueden volver a ser como antes, están irremediablemente dañados", explica el doctor Cremona.
Desde el punto de vista morfológico, los diferentes tipos de enfisema son:
- enfisema centrilobular (o centroacinar), la forma más común en los fumadores;
- enfisema panlobular (o panacinar);
- enfisema paraseptal;
- enfisema atípico.
Causas
Las causas pueden ser muchas, sin embargo en los países occidentales el tabaquismo es la principal causa (en el 90% de los casos):
- humo de los cigarrillos, incluso el pasivo;
- inhalación de sustancias tóxicas;
- contaminación del aire;
- infecciones respiratorias recurrentes;
- prematuridad y bajo peso al nacer;
- deficiencia de alfa-1-antitripsina.
Humo del cigarrillo y la inflamación respiratoria
"La inhalación de vapores tóxicos daña las células y promueve un estado inflamatorio. Esto implica la eliminación de las células dañadas y, al mismo tiempo, la inhibición de los mecanismos naturales de reparación, lo que conduce al desarrollo del enfisema.
Los pulmones pierden elasticidad, la rotura de los alvéolos crea grandes espacios de aire que reducen la superficie necesaria para que el organismo intercambie oxígeno y dióxido de carbono", explica el especialista.
Este proceso, asociado a la inhalación crónica de sustancias nocivas, como el humo de los cigarrillos, suele ir acompañado de un estado de inflamación crónica de las vías respiratorias, denominado bronquitis crónica, que da lugar a una compleja enfermedad conocida como enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
"No olvidemos que las infecciones continuas de las vías respiratorias inferiores también crean inflamación y, al aumentar la secreción de moco, pueden contribuir al curso de la enfermedad", aclara el especialista.
Pruebas de diagnóstico
El enfisema suele afectar a los fumadores en torno a los 50 años y se manifiesta sutilmente con una falta de aire durante el esfuerzo físico que suele atribuirse a la edad o al sedentarismo.
"Desgraciadamente, el paciente suele acudir al médico de familia sólo después de un episodio de bronquitis tras el cual no puede respirar tan bien como antes, pero para entonces la enfermedad ya está bastante avanzada. Por este motivo, es muy importante que los médicos de cabecera sean proactivos a la hora de buscar la enfermedad en pacientes fumadores de más de 40 años, investigando si tosen a menudo o si han notado falta de aire durante las actividades físicas", aclara el Dr. Cremona.
Primeros signos: tos constante y falta de aire
Es muy importante que un paciente fumador hable con su médico si tiene:
- tos casi todos los días durante al menos 3 meses al año durante 2 años consecutivos;
- falta de aliento por actividades físicas que un año antes no le habían molestado.
El médico de cabecera podrá recopilar una historia clínica y una exploración física correctas, y un neumólogo podrá realizar unos exámenes adecuados para prescribir la mejor terapia y prevenir complicaciones.
Espirometría
El examen más importante para el diagnóstico de la broncopatía obstructiva crónica es la espirometría, que mostrará una imagen de la obstrucción al flujo espiratorio. Es un examen sencillo, no invasivo, barato, fácil de realizar e interpretar.
El paciente simplemente tendrá que soplar con fuerza en un instrumento que mide el flujo de aire a partir de una inhalación profunda. Normalmente, una persona sana debe ser capaz de vaciar entre el 70-80% de todo el aire que en el primea mitad de la maniobra.
Los pacientes con una obstrucción de las vías respiratorias o con una pérdida de elasticidad pulmonar, como ocurre en el enfisema, tardan mucho más. Esta obstrucción suele responder poco o nada a la administración de un fármaco broncodilatador.
Otras pruebas funcionales
Una vez identificado el cuadro, la confirmación del enfisema puede hacerse mediante la realización de otras pruebas funcionales, como espirometría global y difusión alveolo-capilar, que evalúan tanto la hiperinflación pulmonar como la pérdida de eficiencia de los intercambios gaseosos típica del enfisema. La TAC pulmonar también puede mostrar áreas de destrucción alveolar en estadios tempranos.
En los casos más graves, la medición de la oximetría de pulso proporcionará información sobre la oxigenación de la sangre. Además, el análisis de los gases sanguíneos arteriales será útil para comprobar un correcto intercambio de gases alveolares, niveles de oxígeno en sangre y predecir la correcta función pulmonar.
Tratamiento del enfisema pulmonar
No existen tratamientos específicos que permitan recuperar la función respiratoria perdida, el único elemento que puede cambiar la historia natural del enfisema es dejar de fumar.
"Dejar de fumar modifica el declive acelerado de la función pulmonar frenando el curso progresivo de la enfermedad. Por desgracia, dejar de fumar no es fácil, hoy en día disponemos de centros antitabaco que pueden tanto ayudar contra la adicción a la nicotina como proporcionar apoyo psicológico. Este enfoque combinado ha mejorado significativamente el éxito de la deshabituación tabáquica en personas motivadas", confirma el neumólogo.
Además de dejar de fumar, hay que animar al paciente a adoptar un estilo de vida saludable, mantener una actividad física regular y vacunarse contra la gripe y el neumococo.
Terapia farmacológica
"Otras terapias de las que disponemos son los broncodilatadores, que se utilizan para reducir la limitación del flujo espiratorio, disminuyendo la hiperinflación pulmonar y mejorando la dificultad respiratoria.
También se utilizan antiinflamatorios. En algunos pacientes pueden reducir la obstrucción bronquial y prevenir las reagudizaciones de la bronquitis, preservando así la función pulmonar. Estos fármacos son capaces de aliviar los síntomas y mejorar así la calidad de vida de los pacientes.
Los antibióticos, en cambio, sólo están indicados en las exacerbaciones de la bronquitis crónica o en la neumonía neumocócica", explica el Dr. Cremona.
Otras terapias
En el caso de los pacientes con formas graves que conducen a la insuficiencia respiratoria, se recomienda el uso de oxígeno suplementario durante al menos 18 horas al día para ayudar a prevenir la insuficiencia cardíaca derecha (ICD).
Por otra parte, para todos los pacientes cuya falta de aire interfiere en su vida diaria, está indicada la rehabilitación respiratoria. Esta última consiste en un programa multidisciplinar destinado a mejorar la tolerancia al ejercicio con fisioterapia dirigida a fortalecer las extremidades y los músculos respiratorios, así como a proporcionar apoyo educativo y nutricional para ayudar a los pacientes a gestionar su discapacidad crónica.
Complicaciones
Las complicaciones más frecuentes son las exacerbaciones, que se definen como episodios de empeoramiento de la falta de aire y la tos que a veces son lo suficientemente graves como para poner en peligro la vida del paciente. Estos episodios pueden dañar aún más la función pulmonar y conducir a un estadio de mayor gravedad.
Las causas de las reagudizaciones suelen ser infecciones víricas, a veces bacterianas, o neumonías. A veces, también pueden complicarse con infartos o episodios de insuficiencia cardíaca.
"Es necesario un mayor esfuerzo para buscar a los pacientes con esta enfermedad en la fase más temprana posible, iniciando inmediatamente la prevención secundaria de la deshabituación tabáquica, iniciando terapias farmacológicas adecuadas e intervenciones dirigidas a modificar el estilo de vida de los pacientes, para poder contrarrestar la evolución de la enfermedad desde su inicio", concluye el Dr. Cremona.