¿Qué son los blastocistos y cómo funciona la transferencia?
Fecha de publicación: 08-05-2024
Actualizado en: 08-05-2024
Asunto: Ginecología
Tiempo estimado de lectura: 1 min
Autor del Artículo
Elena BuonannoEditor médico
Nicoletta MaxiaEditor y Traductor
Viktoryia LuhakovaEl término blastocisto se refiere a la fase del embrión que precede al enraizamiento y la implantación en el útero. Es un momento crucial en el que se diferencian las células que darán lugar a los tejidos y órganos del cuerpo humano, lo que puede tener una gran influencia en las posibilidades de implantación y, por tanto, de dar lugar a un embarazo. Veámoslo mejor con la ayuda de la Dra. Nicoletta Maxia, bióloga especializada en genética médica y responsable del Centro de Procreación Médicamente Asistida del Policlínico San Marco.
Qué es el blastocisto
El blastocisto es una fase del embrión que suele comenzar el quinto día (a veces el sexto, séptimo u octavo) desde el momento de la fecundación o concepción, es decir, cuando un gameto masculino (espermatozoide) y un gameto femenino (óvulo) se unen para formar una única célula llamada cigoto.
"El blastocisto es el estadio más avanzado de la fecundación y en el que se implanta el embrión. En realidad, se trata de una estructura celular compleja formada por muchas células organizadas (más de 200), resultado de un proceso de desarrollo que tiene lugar a través de una serie de divisiones celulares (denominadas diferenciación celular)", explica la Dra. Maxia.
El blastocisto tiene unas características estructurales completamente diferentes a las del embrión de días anteriores. En efecto, está compuesto por células especializadas, organizadas en 3 zonas:
- el trofoectodermo externo, una masa celular que dará lugar a los tejidos extraembrionarios, la placenta y las membranas amnióticas;
- el blastocele, la cavidad interna;
- la Inner Cell Mass, masa celular interna, un conjunto de células dentro del blastocele que dará lugar al feto.
En el exterior del blastocisto hay una membrana más fina, llamada zona pelúcida, que al sufrir lisis (disolución) permite que el trofoblasto, es decir, la capa celular periférica del óvulo, entre en contacto con la pared uterina interna (endometrio) para implantarse, emitiendo plasma beta-hcg, hormonas que, mediante análisis en la madre, permiten identificar el embarazo.
Embrión y blastocisto: etapas del desarrollo
El embrión es el organismo celular que comienza a formarse tras la fecundación del ovocito por el espermatozoide.
"De esta fecundación surge una célula, llamada cigoto, un estadio con 2 pronúcleos que contiene el patrimonio genético de la pareja. A lo largo de 5 días, el cigoto se transforma con una serie de divisiones celulares, pasando por diferentes estadios de desarrollo necesarios para su implantación en el útero:
- embrión con 2-4 células (segundo día tras la fecundación) y con 6-8 células (tercer día tras la fecundación);
- mórula, estadio embrionario con 16-32 células (cuarto día tras la fecundación), llamado así por su parecido con una mora, durante el cual las células empiezan a compactarse;
- blastocisto, estadio más avanzado del desarrollo embrionario, entre el quinto y el sexto día de la fecundación. El nombre deriva de la forma llamada "blástula", es decir, elíptica o circular".
Transferencia de blastocistos
En un embarazo natural, el embrión que se convierte en blastocisto, normalmente 5/6 días después de la fecundación, está listo para adherirse al endometrio con el llamado proceso de implantación. En los días siguientes, el blastocisto se desarrolla y se adapta a las condiciones del endometrio para garantizar una nutrición y un desarrollo adecuados.
En cambio, en el contexto de la procreación médicamente asistida, la implantación del blastocisto se lleva a cabo mediante un procedimiento médico, por el que el embrión se transfiere al útero de la mujer mediante la inserción de un catéter (embryo transfer).
"La transferencia del embrión puede realizarse en el estadio de mórula, pero transferir un blastocisto, a ser posible en el sexto día, ofrece sin duda muchas ventajas y aumenta las probabilidades de éxito. De hecho, el embrión que alcanza este estadio ha superado todos los anteriores y es especialmente resistente, rendidor y competente.
También se ha demostrado que hay una mayor tasa de embarazo porque es la fase de implantación natural, con una mejor sincronización entre las fases endometrial y embrionaria.
Otra ventaja es que existe una selección natural por lo que las posibles aneuploidías o anomalías cromosómicas se producen en un porcentaje menor. Por último, existe la posibilidad de tomar células para el diagnóstico preimplantacional (PGT-A) sin que este tipo de estadio embrionario resulte dañado aunque se extraigan, ya que se consideran 'totipotentes'", concluye la doctora Maxia.