Fístula del cóxis o enfermedad del seno pilonidal sacrococcígeo
¿Qué es?
Se trata de una bolsa que surge de la fascia superficial del sacro y que a menudo contiene pelo y restos de piel. Lo más habitual es que se formen entre las nalgas, en la parte superior, cerca del coxis, en la línea que las separa. Pueden formarse más de una y suelen estar conectadas por pequeños túneles subcutáneos llamados fístulas. En caso de infección se llenan de pus. Se asocian más comúnmente con los hombres, la obesidad, la edad joven y las personas que pasan mucho tiempo sentadas. Se trata de una afección benigna que puede manifestarse como enrojecimiento de la piel, dolor en la base de la columna vertebral, pus o sangre en la zona afectada y fiebre en caso de infección grave. Un quiste pilonidal varía de tamaño y puede aparecer como un pequeño hoyuelo o puede cubrir un área más grande.
¿Cuáles son los síntomas?
Las dolencias se caracterizan por la aparición de una hinchazón, a menudo dolorosa, de la región sacro-coccígea. Esta hinchazón puede tener las características de una colección de abscesos. A veces se produce una fistulización de dichos Senos Pilonidales infectados a la piel:
- dolor sacro-coccígeo y abultamiento
- drenaje de material corpuscular
¿Cómo se diagnostica?
Se puede llegar al diagnóstico mediante un examen objetivo. A veces puede estar indicado someterse a una ecografía o, en casos especiales, incluso a una resonancia magnética.
Exámenes sugeridos
¿Cómo se trata?
El tratamiento de un quiste pilonidal infectado suele consistir en un drenaje quirúrgico para abrir el absceso y drenar el pus, y generalmente se realiza de forma ambulatoria o de urgencia si el tratamiento conservador con antibióticos y antiinflamatorios no ha sido suficiente para remitir el cuadro agudo.
El tratamiento quirúrgico electivo implica varias técnicas que se aplican en función del cuadro clínico y se realizan como cirugía de día, generalmente con anestesia local y sedación, o con costura locorregional superselectiva:
Escisión quirúrgica con sutura directa o con diferentes tipos de plásticos (técnica cerrada) y aplicación de apósito de presión negativa avanzada (PICO) que reduce casi a 0 la posibilidad de reapertura de la herida debido a las abundantes secreciones posteriores a la escisión y a la tracción sobre la herida que se produce en ese lugar concreto.
Cuando está indicada, la fístula pilonidal puede tratarse mediante coartación con láser, una técnica indolora que permite una rápida curación en ausencia de lesiones con una reanudación casi inmediata de todas las actividades, incluidas las laborales y deportivas.
También existe una técnica mixta que consiste en la fistulectomía y/o la extirpación del quiste mediante carotomía selectiva combinada con la coartación con láser de la pequeña cavidad y de cualquier otro trayecto fistuloso.
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