Verrugas víricas
¿Qué es?
Las verrugas son neoformaciones epiteliales benignas de naturaleza vírica que se presentan en forma de pápulas exofíticas con superficie verrugosa o vegetaciones epidérmicas y se localizan en la piel (comunes o vulgares, filiformes o digitadas y planas) o en las mucosas (papilomas víricos y condilomas).
Se pueden clasificar según su aspecto clínico en verrugas vulgares o comunes (58-70%), filiformes o digitadas y planas (2-4%) y según su localización en plantares (24-34%), genitales o condilomas acuminados y papilomas de la mucosa oral y de la laringe.
Las verrugas son afecciones cutáneas comunes que afectan con mayor frecuencia a niños y adultos jóvenes, siendo bastante raras en los primeros años de vida y en los ancianos. Están causadas por los virus del papiloma (VPH Virus del Papiloma Humano), un virus de ADN circular de doble hélice de la clase de los papovavirus, del que se conocen más de 80 tipos.
Cada tipo de VPH muestra un tropismo particular por los epitelios escamosos estratificados, de los que induce la proliferación con predilección por determinadas zonas del cuerpo, donde produce un determinado tipo de lesión cutánea. La transmisión de las verrugas es directa o indirecta interhumana y se ve favorecida por una alteración de la función de barrera de la piel tras un microtraumatismo y/o una maceración, así como por el ambiente cálido y húmedo. Esta transmisión puede depender de varios factores, como localización de las lesiones, tipo de contacto, carga viral y estado inmunológico general y local del sujeto (respuesta celular y humoral).
El periodo de incubación es variable, desde unas semanas hasta más de 1 año; la infección también puede permanecer en una fase subclínica con presencia de partículas virales y ausencia de cambios en la piel y las mucosas, o en una fase latente con presencia de ADN viral en el tejido que puede detectarse con técnicas de diagnóstico específicas (HPVscreening/análisis de PCR cualitativo y genotipado del VPH).
¿Cuáles son los síntomas?
La infección vírica es generalmente asintomática, algunos pacientes pueden referir un leve picor, a veces dolor (como al caminar y presión en el caso de las verrugas plantares), molestias (localizaciones en zonas visibles y genitales) y malestar funcional (localizaciones en zonas periorificiales). Las lesiones más grandes pueden macerarse y ulcerarse con la sobreinfección secundaria.
- Picazón
- Dolor
- Malestar
- Sangrado
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico es fundamentalmente clínico. La forma, superficie y localización permiten definir el diagnóstico. La desaparición de los surcos normales de la piel (dermatoglifos) y la presencia de vasos capilares trombosados se encuentran fácilmente en las verrugas plantares. La dermatoscopia permite observar patrones específicos como el patrón de mosaico punteado, el patrón en forma de perilla y el patrón en forma de dedo.
Para apoyar al médico, en los casos en que la clínica no está bien definida, es posible aplicar otros métodos de ayuda como la prueba del ácido acético al 5% y la biopsia con examen histológico. La infección también puede permanecer en una fase subclínica con presencia de partículas virales y ausencia de cambios en la piel y las mucosas, o en una fase latente con presencia de ADN viral en el tejido que puede ser detectado con técnicas diagnósticas específicas (HPVscreening/análisis PCR cualitativo y genotipado del VPH). En caso de localización genital o anal sería conveniente integrar con la realización de colposcopia, anoscopia y uretroscopia.
¿Cómo se trata?
El tipo de tratamiento depende del tipo (vulgar, plana, en mosaico), localización, número y tamaño de las lesiones, así como de la edad del paciente y de las enfermedades asociadas (diabetes, alergias). El tratamiento tiene como objetivo prevenir la propagación de las verrugas a otras zonas del cuerpo o a otros individuos, eliminar trastornos funcionales relacionados con la presencia de verrugas también en relación con las motivaciones estéticas y psicológicas del paciente.
Independientemente del tipo de tratamiento realizado, existen formas bastante resistentes y se registran tasas de recidiva en cerca del 30% de los casos.
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