Mindful walking: qué es y qué beneficios puede aportar

Mindfulness es una técnica que, mediante sencillos ejercicios de concentración, nos permite acostumbrarnos a rechazar el flujo de pensamientos inútiles, que nos privan de energía al alejarnos del momento que vivimos, del "hic et nunc", y que puede aplicarse a cualquier actividad, incluida la de caminar.

En el mindful walking, o senderismo consciente, el objetivo del paseo no es la meta, sino la conciencia del momento presente. De este modo, podemos vivirlo realmente en plenitud, alejándonos de esos pensamientos cavilantes que provocan ansiedad y estrés. 

Caminar de forma consciente, especialmente cuando se practica en la naturaleza, aporta importantes beneficios:

• es muy eficaz para reducir el estrés y la ansiedad;
• nos ayuda a afrontar los momentos complejos con más claridad. 

La ventaja principal, por supuesto, es que podemos practicarlo en todo momento: en casa, de camino al trabajo, en la naturaleza; es una verdadera oportunidad para interrumpir el "piloto automático" con el que vivimos la mayor parte del día.

Caminar con atención plena también ofrece la oportunidad de ejercitar la conciencia, que con demasiada frecuencia se embota porque la mente tiende a divagar en pensamientos y actividades sin importancia: prestando atención al paseo, uno es capaz de captar la belleza del momento presente y del entorno. 

La práctica del mindful walking combina dos importantes actividades de relajación y bienestar: el movimiento y la toma de conciencia, para combatir la ansiedad y aumentar el bienestar y la serenidad. Prestar atención a lo que se hace en el aquí y ahora también permite alcanzar un estado de calma consciente, cuyos beneficios se irradian a las actividades cotidianas.

Incluso una práctica diaria de unos minutos al día es suficiente para observar los primeros beneficios en términos de gestión del estrés.

Al principio, es aconsejable caminar a un ritmo natural, colocando las manos donde nos sintamos cómodos y a gusto. Caminar con conciencia implica el esfuerzo de llevar la presencia mental, nuestra atención al movimiento de cada pie, cuando: 

• lo levantamos
• lo movemos hacia delante
• lo volvemos a colocar en el suelo a cada paso. 

También se puede hacer asociando la respiración a cada paso: 

• inhalación al levantar el pie;
• exhalación al apoyar el pie en el suelo, escuchando las sensaciones sentidas. 

Si te cuesta saber "por dónde empezar", una solución eficaz e inmediata puede ser dejarse guiar por un audio: durante la práctica será normal que los pensamientos divaguen un poco, así que, sin frustración ni juicio, es importante llevarlos de vuelta a donde uno quiere.

Cuando esto ocurra, es importante parar, fijarse en lo que nos ha llamado la atención y volver con la mente al mindful walking sin culpabilidad.

Si decidimos practicar el Mindful walking al aire libre, podemos intentar mantener una mirada más amplia sobre el entorno que nos rodea, prestando atención a los sonidos, colores, olores que percibimos.

De nuevo, el objetivo es darnos cuenta de lo que percibimos con nuestros sentidos, sin etiquetar y sin juzgar si lo que percibimos es agradable o desagradable.

El objetivo es permanecer en el momento presente con conciencia mientras el cuerpo camina: en ese momento no hay nada que hacer, nada que ajustar, nada que cambiar.

Dado que el mindful walking puede practicarse en cualquier momento, podemos combinarlo con cualquier actividad, pero siempre es importante una cosa: centrarse en lo que se está haciendo sin juzgar.

Precisamente porque se puede aprovechar cualquier momento del día, puede ser útil establecer una rutina, ya sea por la mañana o por la tarde, para poder incorporar esta práctica a la rutina diaria.

Ahora que se acerca el verano, y teniendo la oportunidad, es preferible dedicar tiempo a pasear por la naturaleza: en la playa, en el campo, en un bosque o en un parque, cualquier entorno natural ofrece más oportunidades para conectar con lo que nos rodea, lo que conduce más rápidamente a un estado de meditación interior, a permanecer concentrado en el ritmo de los pasos, sin distraerse con los estímulos de la vida cotidiana.