Reparación total del arco aórtico por vía endovascular
¿Qué es?
¿Cuándo está indicado este procedimiento?
Esta operación está indicada en los casos de aneurisma del arco aórtico (con o sin disección asociada) situados en la zona 0 según la clasificación de Ishimaru, para pacientes de alto riesgo quirúrgico y anestésico.
¿Cómo se realiza?
La intervención consiste en la colocación de una endoprótesis vascular “custom-made” a medida a nivel del arco aórtico con fenestraciones a nivel de los troncos supraaórticos mediante cateterismo arterial percutáneo.
Variantes posibles de intervención: posible acceso quirúrgico a nivel de la arteria carótida común izquierda y/o a nivel inguinal bilateralmente; cirugía de esternotomía con o sin parada circulatoria.
Recuperación
Tras el alta, es necesario un periodo de convalecencia en casa de 1 semana antes de poder retomar completamente las actividades anteriores. Durante este periodo no es infrecuente que se produzca una hiperpirexia en ausencia de elevación de los índices de inflamación o de localización de órganos, una condición conocida como Síndrome Post-Implatación. Es normal sentirse bastante débil y sin apetito. Es importante reanudar gradualmente la actividad física, intentar dar pequeños paseos, con el objetivo de hacer cada día más que el día anterior.
Complicaciones a corto plazo
Existen complicaciones relacionadas con una operación de esta magnitud, que se producen con una frecuencia general de alrededor del 20%.
Las complicaciones pueden ser triviales, como la infección o dehiscencia de la herida quirúrgica, infecciones urinarias o respiratorias, pero también pueden ser muy graves, como las que se enumeran a continuación.
- Necesidad urgente de conversión quirúrgica debido a una hemorragia o a una mala posición del endoinjerto.
- Isquemia medular que provoca una paraplejia/paraparesia definitiva caracterizada por trastornos sensoriales y/o motores en los miembros inferiores, incontinencia de esfínteres e impotencia.
- Disección aórtica: ya sea de la aorta ascendente (tipo A), a veces con afectación del platillo valvular y del ostium coronario, o de la aorta toraco-abdominal con afectación de los vasos viscerales y medulares (tipo B); estos eventos conllevan un riesgo muy elevado de muerte y requieren medidas quirúrgicas de urgencia.
- Insuficiencia cardiovascular; insuficiencia respiratoria; insuficiencia renal con riesgo de diálisis, incluso permanente; déficits neurológicos (plejía/paresia de los miembros superiores e inferiores), transitorios y/o permanentes; ictus cerebrales transitorios o permanentes, isquémicos o hemorrágicos, tanto de la circulación anterior como de la posterior, con hemiplejía, afasia, dislexia, trastornos de la conciencia, trastornos del equilibrio, alteraciones visuales hasta la ceguera, incluso permanentes y que lleven a la invalidez total.
- Embolización periférica (extremidades, vísceras): isquemia de las extremidades inferiores y superiores con riesgo de amputación, isquemia intestinal que requiere una resección ileal y cólica extensa, pancreatitis aguda de base isquémica que requiere reintervención.
- Incluso una hemorragia masiva postoperatoria con necesidad de revisión, capaz de provocar un shock hemorrágico y exitus.
- Fallo multiorgánico con exitus.
- Reacciones alérgicas al medio de contraste; shock anafiláctico.
Complicaciones de larga duración
- Dislocación de la endoprótesis y aumento del diámetro del aneurisma secundario a la fuga interna con necesidad de reintervención o conversión quirúrgica.
- Infección de prótesis vascular con necesidad de reintervención de conversión quirúrgica y explantación del injerto infectado.
- Posibilidad de exclusión ineficaz del aneurisma con expansión del mismo en el tiempo y posterior necesidad de cirugía y/o ruptura repentina de la aorta y exitus posterior.
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