Enfermedades nodulares de la glándula suprarrenal
¿Qué es?
El diagnóstico y el tratamiento de las distintas patologías suprarrenales entran en el campo de estudio de la endocrinología; sin embargo, en muchos casos patologías como el feocromocitoma, el hiperaldosteronismo o el síndrome de Cushing se resuelven con la extirpación quirúrgica completa de la glándula suprarrenal afectada. La patología nodular de la glándula suprarrenal incluye diferentes tipos de lesiones; cualquier formación expansiva suprarrenal debe ser estudiada para evaluar sus características y su malignidad potencial.
- La porción cortical de la glándula suprarrenal puede verse afectada por la presencia de adenomas, carcinomas o hiperplasia nodular. Éstas pueden ser no secretoras o liberar hormonas y, en consecuencia, dar lugar a manifestaciones clínicas peculiares, como el síndrome de Cushing (en los casos de aumento de la secreción de glucocorticoides) y el hiperaldosteronismo (aumento de la secreción de aldosterona)
- La porción central de la glándula, llamada glándula medular, puede ser en cambio el lugar de un feocromocitoma u otros tipos de neoplasias de origen neural. El feocromocitoma es un tumor de la médula suprarrenal de rara presentación que segrega catecolaminas y es responsable del 0,1% de los casos de hipertensión.
¿Cuáles son los síntomas?
Sintomatología de una masa suprarrenal depende de su capacidad para liberar hormonas en la circulación sistémica. Hay que tener en cuenta que la mayoría de las lesiones nodulares de la glándula suprarrenal no son secretoras y, en ocasiones, se descubren por el paciente durante los exámenes diagnósticos realizados por otros problemas. En estos casos, las lesiones nodulares se denominan "incidentalomas", y tienen una prevalencia de entre el 1 y el 6% en la población adulta.
En cambio, en el caso de las lesiones secretoras, la sintomatología depende del tipo de hormona liberada:
En la mayoría de los casos, los pacientes presentan síntomas relacionados con el aumento de la secreción de glucocorticoides. En estos pacientes, hay un mayor riesgo de hipertensión, obesidad, diabetes, dislipidemia, ostopenia y osteoporosis. En los casos más manifiestos (ahora raros), se puede llegar al síndrome de Cushing, con la característica joroba dorsal, facies lunar y striae rubre.
En los casos de hiperaldosteronismo, en cambio, la sintomatología típica es el aumento de la presión arterial, responsable del 1% de los casos de hipertensión. También puede dar cefalea, hipopotasemia y astenia.
El feocromocitoma, por su parte, puede ser asintomático o presentar síntomas que afectan principalmente al sistema cardiovascular, como hipertensión resistente al tratamiento farmacológico, taquicardia, cefalea importante, palidez, sudoración.
- No hay síntomas
- Hipertensión
- Dolor de cabeza
- Obesidad
- Astenia
- Hipocalemia
- Diabetes Mellitus
- Facies lunares
- Striae rubrae
- Joroba dorsal
- Palidez
- Sudoración
¿Cómo se diagnostica?
En el caso de una lesión nodular, hay que evaluar su aspecto en los exámenes de imagen y su perfil hormonal para caracterizarla mejor. En particular:
- Se debe realizar una tomografía computarizada para verificar el tamaño de la lesión, la forma, la densidad en Hounsfield y otras características morfológicas. También pueden ser útiles otras pruebas diagnósticas como la resonancia magnética y la PET.
- La evaluación del perfil hormonal también es esencial para comprender la naturaleza de la lesión nodular. En función de la sospecha clínica, se realiza un examen de cribado y otro posterior de confirmación.
La combinación de los síntomas clínicos de la paciente, el aspecto de la lesión en los exámenes de imagen y el perfil hormonal permiten, por tanto, realizar un diagnóstico correcto y decidir la siguiente actuación de la paciente.
Exámenes sugeridos
¿Cómo se trata?
El tratamiento de una lesión nodular suprarrenal depende de numerosos factores, como los síntomas del paciente, el aspecto en los exámenes de imagen y el perfil hormonal. En particular: - Si se trata de una lesión secretora, es necesario el tratamiento quirúrgico en el caso del feocromocitoma, que también debe considerarse en los casos de hipercortisolismo e hiperaldosteronismo. En el caso de las lesiones no secretoras, no es necesario ningún tratamiento, salvo que la evolución de los síntomas del paciente indique el desarrollo de la secreción hormonal.
- En el caso de lesiones de aspecto benigno (por ejemplo, <4 cm de diámetro, atenuación de <10 Hounsfield, un lavado del medio de contraste >40-60%), no es necesario ningún tratamiento, a menos que los síntomas del paciente progresen, lo que indica el desarrollo de una secreción hormonal.
- En caso de lesiones de aspecto maligno (por ejemplo, >4 cm de diámetro, atenuación de >10 Hounsfield, un lavado del medio de contraste <40-60%), debe considerarse la extirpación de la glándula suprarrenal. Alternativamente, se podría considerar un seguimiento después de 6-12 meses realizando nuevos diagnósticos de imagen para controlar la evolución de la patología.
- En caso de sospechar metástasis, se puede considerar la realización de una biopsia si la confirmación histopatológica cambia el curso diagnóstico-terapéutico del paciente.
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