Infección por Helicobacter pylori (H. pylori)
¿Qué es?
Es una infección crónica de la mucosa gástrica por Helicobacter pylori (Hp). Esta bacteria consigue sobrevivir en el medio ácido del estómago y daña sus células, desencadenando una reacción inflamatoria que da lugar a una enfermedad crónica, la gastritis crónica superficial o atrófica. La infección es también el principal factor etiológico de las úlceras pépticas, duodenales y gástricas.
¿Cuáles son los síntomas?
No se ha identificado ninguna sintomatología específica determinada por la infección. Por lo tanto, los síntomas pueden ser los de la gastritis crónica y la dispepsia funcional o los de la enfermedad ulcerosa. En muchos casos la infección se encuentra en individuos completamente asintomáticos.
¿Cómo se diagnostica?
Se pueden utilizar métodos invasivos y no invasivos para diagnosticar la infección por Helicobacter pylori. Los primeros implican la realización de esofagogastroduodenoscopia con biopsias gástricas: la bacteria puede ser identificada por el histólogo en la preparación histológica, o puede detectarse ya durante el examen mediante una prueba rápida (prueba de la ureasa); en los casos de resistencia documentada de la bacteria a los tratamientos antibióticos tradicionales, la biopsia puede utilizarse para el cultivo de Helicobacter pylori, es decir, para una prueba diagnóstica muy precisa, aunque técnicamente compleja, que, combinada con el antibiograma, permite documentar a qué antibióticos es resistente o sensible la bacteria. Esto permite llevar a cabo una terapia de erradicación específica.
Los exámenes no invasivos permiten diagnosticar la infección mediante la toma de muestras de sangre (prueba de anticuerpos), el análisis del aliento (prueba de aliento con urea) o incluso el análisis de las heces, un método que sólo se utiliza en algunos centros, pero que se realiza a menudo en los niños.
¿Cómo se trata?
La erradicación de la infección se consigue mediante diferentes regímenes de tratamiento que implican un potente inhibidor de la secreción de ácido gástrico (inhibidores de la bomba de protones) y una combinación de antibacterianos, combinados de forma diversa. La indicación de la erradicación de la infección es segura en individuos con enfermedad ulcerosa, lesiones precancerosas del estómago, linfoma MALT y en aquellos sometidos a terapia crónica con antiinflamatorios no esteroideos (AINE); está por definir en todos los demás casos.
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