Trastornos glomerulares
¿Qué es?
Las unidades renales funcionales son las nefronas (aproximadamente 1 millón de nefronas por riñón). Cada nefrona está formada por un glomérulo y un túbulo. El glomérulo renal funciona como una especie de filtro que retiene las proteínas y las células de la sangre y hace pasar el agua, las sustancias catabólicas y las sales del túbulo renal. Este proceso se denomina filtración glomerular. El túbulo renal modifica el filtrado en orina. Las enfermedades glomerulares (glomerulonefritis) son enfermedades que afectan a los glomérulos renales, deteriorando su capacidad de filtración y dejando escapar componentes de la sangre normalmente retenidos: proteínas y glóbulos rojos. Esta pérdida agota la sangre de componentes importantes para el equilibrio de los fluidos corporales, lo que puede provocar edemas, anemia e hipertensión. Las posibles causas de la enfermedad glomerular incluyen: enfermedades genéticas (síndrome de alport), metabólicas (diabetes), de acumulación (amiloidosis), inmunitarias (glomerulonefritis) o infecciosas (VIH, malaria).
¿Cuáles son los síntomas?
Las glomerulonefritis son enfermedades que se originan en el glomérulo renal. Las principales manifestaciones de la glomerulonefritis son hematuria, proteinuria, deterioro de la función renal (creatininemia elevada), hipertensión y edemas. Es importante distinguir dos formas clínicas de presentación: 1) el síndrome nefrítico: caracterizado por proteinuria, hematíes en la orina hasta la macrohematuria, hipertensión arterial y edema. Este síndrome está causado por un daño inflamatorio en el glomérulo. 2) Síndrome nefrótico: se caracteriza por una proteinuria (superior a 3,5 gramos en 24 horas) generalmente sin hematuria, hipoalbuminemia y edema.
- proteinuria
- hematuria
- hipertensión
- edema
¿Cómo se diagnostica?
En presencia de manifestaciones clínicas de glomerulonefritis, se inicia una vía de diagnóstico con exámenes hematoquímicos destinados a evaluar la función renal (examen de orina, ecografía, dosificación de creatininemia, proteinuria de 24 horas). El examen de orina tiene la finalidad de buscar y cuantificar la presencia de proteinuria y/o hematuria, así como un sedimento de orina muy útil en la orientación diagnóstica. A continuación, se puede realizar un cribado inmunológico para buscar anticuerpos específicos. En muchos casos, la vía de diagnóstico de estas enfermedades puede culminar con una biopsia renal, que permite identificar el tipo de enfermedad glomerular en curso, que de otro modo no sería reconocible. El diagnóstico por biopsia permite iniciar una terapia dirigida.
Exámenes sugeridos
¿Cómo se trata?
El tratamiento de la glomerulonefritis es complejo y varía en función de numerosos factores como el estado clínico del paciente, el daño renal, los cambios histológicos renales encontrados tras la biopsia, etc. Uno de los primeros objetivos es controlar la hipertensión arterial con un tratamiento farmacológico; además, se utilizan fármacos para reducir la progresión del daño renal y la pérdida de proteínas con la orina. En los casos más graves, será necesario un tratamiento inmunosupresor con corticosteroides u otros inmunosupresores para reducir la inflamación glomerular.
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