Cribado del adenocarcinoma de páncreas

Se calcula que entre el 5 y el 15% de los adenocarcinomas de páncreas tienen una base hereditaria/genética. Algunas mutaciones genéticas conocidas están asociadas a un mayor riesgo de cáncer.

Estas mutaciones son, por ejemplo, las relacionadas con la pancreatitis crónica de base genética (SPINK1, PRSS1, CFTR, CTRC), las mutaciones del síndrome del melanoma familiar (CDKN2A), el síndrome de Peutz-Jeghers (STK11/LKB1) o las mutaciones de los genes relacionados con el cáncer de mama y ovario (BRCA1/BRCA2), PALB2 o el síndrome de Lynch (MSH2, MLH1).

Sin embargo, hay muchos casos de familias con múltiples casos de cáncer de páncreas (al menos dos casos en la misma rama, materna o paterna) en los que no hay mutaciones de este tipo (o en los que hay mutaciones no identificadas hasta la fecha) y en este caso se habla de "Cáncer de Páncreas Familiar" (CPF).

Estos sujetos, en función de su edad y la del miembro o miembros de la familia afectados por el cáncer de páncreas, tienen la indicación de ser monitorizados dentro del REGISTRO ITALIANO DE FAMILIAS CON RIESGO DE CÁNCER DE PÁNCREAS (IRFARPC) de la Asociación Italiana para el Estudio del Páncreas (AISP), de la que el Centro de Páncreas del Hospital San Raffaele es uno de los promotores.

El registro IRFARPC prevé la realización de una Resonancia Magnética Nuclear de abdomen superior con medio de contraste y secuencias de Resonancia Magnética de Colangio-Resonancia o una Ecocardioscopia del páncreas, generalmente una vez al año (o con mayor frecuencia, si se detectan alteraciones dignas de un seguimiento estrecho), alternando generalmente los métodos.

Estos exámenes de "imagen" evalúan la glándula pancreática, buscando posibles alteraciones del páncreas (como quistes o pequeñas lesiones sólidas) y, por tanto, posibles precursores del cáncer de páncreas, con el fin de tratar al paciente de forma precoz, antes de la aparición de un tumor invasivo y avanzado.