Síntomas de la celiaquía en niños: cuáles son y cómo reconocerlos
Fecha de publicación: 09-03-2023
Actualizado en: 09-03-2023
Asunto: Pediatría
Tiempo estimado de lectura: 1 min
Autor del Artículo
Clelia AndolinaEditor médico
Graziano BareraEditor y Traductor
Viktoryia LuhakovaEn Italia, el 1% de la población padece celiaquía, una intolerancia permanente al gluten desencadenada por un mecanismo autoinmune que suele aparecer en la infancia (1 - 18 años), aunque también puede aparecer más tarde, y afecta más al sexo femenino.
Se trata de una afección crónica que provoca malnutrición y, por tanto, interfiere en el peso y el crecimiento de los niños, malabsorción selectiva de ciertos minerales y vitaminas que pueden dar lugar a cuadros patológicos, por lo que debe diagnosticarse rigurosamente antes de iniciar una dieta sin gluten.
Hablamos de ello con el Dr. Graziano Barera, jefe de neonatología y pediatría del Hospital IRCCS San Raffaele y especialista en gastroenterología pediátrica.
¿Qué es la celiaquía?
La celiaquía es una intolerancia permanente al gluten, definida por criterios diagnósticos estrictos que la diferencian de otras formas de mala tolerancia, como la alergia al gluten y al trigo, y la intolerancia al gluten no celíaca ni alérgica.
Tiene un mecanismo autoinmune desencadenante que provoca daños en el intestino que sólo pueden detenerse interrumpiendo la ingesta de gluten.
Síntomas de la celiaquía en los niños
La enfermedad celíaca se manifiesta básicamente de dos formas en los niños:
- celiaquía con manifestaciones gastrointestinales que implican un crecimiento deficiente, abdomen distendido, diarrea, vómitos, síntomas combinados de forma variada con niños que presentan parábolas de crecimiento descendentes en términos de aspecto nutricional y peso;
- celiaquía atípica con manifestaciones ausentes o referibles a órganos distintos del intestino con niños que presentan un crecimiento deficiente, anemia por hierro o ácido fólico no justificada y que no responden al tratamiento con hierro.
Otra posibilidad son las manifestaciones autoinmunes en otras áreas, que, sabiendo que pueden estar asociadas a la enfermedad celíaca, deben examinarse: por ejemplo, en los niños con diabetes de tipo 1 es una buena idea proceder a la prueba de anticuerpos; lo mismo se aplica a las personas con tiroiditis o alopecia areata y a los niños con otras afecciones específicas, como el síndrome de Down o de Turner.
Análisis de sangre para la celiaquía y los anticuerpos antitransglutaminasa
El diagnóstico de la enfermedad celíaca debe realizarse de forma rigurosa siguiendo los protocolos internacionales mediante análisis de sangre específicos y, posiblemente, mediante gastroscopia con muestras de biopsia cuando sea necesario.
El ensayo de anticuerpos antitransglutaminasa celíaco-específicos, cuando se detecta con un valor elevado, es el análisis de sangre más adecuado para realizar la sospecha diagnóstica de enfermedad celíaca. Este cribado debe combinarse siempre con la determinación de inmunoglobulinas IGA totales para disponer de un mecanismo de control y fiabilidad.
En la población pediátrica, si estos anticuerpos son negativos, no se realizan más pruebas, ya que la enfermedad celíaca es muy improbable en los niños si estos valores son negativos.
Por lo contrario, una vez que se encuentra un anticuerpo positivo, el diagnóstico debe afinarse en función del valor del título de anticuerpos:
- si el valor de anticuerpos antitransglutaminasa es > 10 veces el límite superior de referencia, es suficiente la confirmación mediante una segunda prueba para la determinación de anticuerpos antiendomisio y la tipificación HLA para haplotipos predisponentes (HLA DQ 2/ DQ8)
- en presencia de valores de antitransglutaminasa insuficientemente elevados (˂ 10 veces el índice de referencia), es necesaria una gastroscopia para realizar biopsias duodenales múltiples y permitir, durante el análisis anatomopatológico, la búsqueda de las alteraciones características que permitan establecer el diagnóstico.
Aunque puedan parecer complicados y molestos para los padres, estos exámenes suelen ser bien tolerados y aceptados por los niños y garantizan un rigor extremo, sustancialmente del 100%.
Tratamiento de la celiaquía: dieta sin gluten
La dieta sin gluten sólo debe iniciarse tras la confirmación diagnóstica, ya que la eliminación del gluten de la dieta del niño conduce a pruebas negativas y a la resolución de los síntomas, poniendo en peligro un diagnóstico posterior de certeza.
Además del pediatra, es útil que la familia cuente con el apoyo de un dietista que pueda ayudar en la elaboración de un plan dietético adecuado. De hecho, el gluten debe evitarse estrictamente en el plato del celíaco para no minar sus esfuerzos. Normalmente, en los individuos que siguen una dieta estricta sin gluten, los anticuerpos antitransglutaminasa se anulan con la recuperación de las funciones intestinales y metabólicas.
Dado que el mecanismo autoinmune que desencadena esta enfermedad puede promover la autoinmunidad en otros distritos corporales, incluso en la edad adulta, las personas celíacas deberán prestar atención a su salud, vigilando otros órganos que puedan ser más propensos a la autoinmunidad.