¿Qué es un nevus displásico y cómo aparece?

¿Qué es un nevus displásico y cómo aparece?

Fecha de publicación: 12-10-2022

Actualizado en: 28-04-2023

Asunto: Dermatología

Tiempo estimado de lectura: 1 min

Los nevos displásicos, también llamados nevos atípicos, son lesiones pigmentadas melanocíticas que pueden presentarse hasta en un 60-90% de la población.

Es importante destacar que este tipo de nevus no es necesariamente sinónimo de cáncer de piel, por lo que es mejor no alarmarse prematuramente. Según la Skin Cancer Foundation, es preferible utilizar el término "nevus atípico" y reservar el término "nevus displásico" sólo después de la verificación mediante un examen histológico.

La formación de estos nevos depende de varios factores, entre ellos la familiaridad y la predisposición a tener numerosos por todo el cuerpo. ¿Cómo reconocerlos?

El Dr. Bruno Bianchi, jefe del Ambulatorio de Dermatología del Instituto Clínico Villa Aprica y dermatólogo de algunas de las Smart Clinics del Grupo San Donato, explica la importancia de la prevención y de ponerse en manos de especialistas experimentados.

Las características del nevus atípico

Como se ha mencionado, el nevus atípico es una pequeña lesión que podría, en un pequeño porcentaje de casos, convertirse en un melanoma. "Son nevos, la mayoría de las veces, congénitos y de tamaño variable: en la mayoría de los casos no superan los 8 mm en su eje mayor y se localizan preferentemente en el tronco", explica el Dr. Bianchi.

Pueden aparecer a lo largo de la vida en circunstancias particulares, como durante la postexposición al sol, y especialmente en personas con ciertas características como:

  • mujeres durante el embarazo;
  • personas con un fototipo claro (2A/2B);
  • personas que tienen dificultades para broncearse de manera uniforme;
  • personas que tienen pecas. 

Otras personas de riesgo son las que han sufrido quemaduras intermitentes repetidas a lo largo de su vida".

Ante estas características, si hay antecedentes familiares y/o si hay más de 100 nevos, se hace necesario programar inmediatamente revisiones periódicas para detectar posibles cambios en el nevus que puedan preludiar su transformación en melanoma.

¿Cómo detectar un nevus displásico?

"Para detectar un nevus displásico, se debe realizar el examen de nevus por epiluminiscencia y, en particular, aplicar la llamada regla A, B, C, D, E, que permite controlar la lesión a lo largo del tiempo y detectar inmediatamente una posible transformación en un melanoma maligno", continúa el dermatólogo. 

¿Cómo funciona la regla A, B, C, D, E y a qué hay que prestar atención?

Esta regla toma en consideración cinco características de los nevus:

  • A, posible asimetría del nevus: un nevus debe tener siempre una forma aproximadamente redondeada u ovalada. El dermatólogo que idealmente divide el nevus por la mitad durante el examen de epiluminiscencia debe valorar si existe asimetría del propio nevus, es decir, si una mitad no es exactamente igual a la otra;
  • B, los bordes del nevus: deben ser nítidos y regulares, mientras que en el nevus displásico suelen ser irregulares y se parecen mucho a un mapa;
  • C, el color del nevus: viene dado por la cantidad de melanina presente en él. Suele ser de un tono ladrillo claro y se distribuye uniformemente. En los nevus atípicos, es muy frecuente que existan matices de color marrón (de claro a oscuro, hasta un color negro) y una posible presencia simultánea de varios colores (por ejemplo, blanco, rojo, azul) que indican que el nevus se ha convertido en un melanoma;
  • D, el tamaño (dimensiones) del nevus: como ya se ha dicho, los nevus no suelen superar los 8 mm en su eje más largo. Lo importante es, al evaluar los nevos del paciente, comprobar la cantidad, la familiaridad y la presencia del llamado síndrome de melanoma familiar con múltiples nevos atípicos (FAMMM).
  • E, la evolución del nevus a lo largo del tiempo: este parámetro se evalúa, comparando los datos del examen dermatológico anterior con el actual, para detectar cualquier cambio morfológico, estructural y colorimétrico del nevus.

Cuidado con la radiación ultravioleta: ¿cómo defenderse?

“Los rayos ultravioleta son perjudiciales para nuestros nevus”, concluye el especialista, “especialmente durante el periodo estival, para evitar que empeoren aún más cualquier atipia del nevus, es necesario e imprescindible tomar sencillas medidas de protección mediante el uso de buenas cremas solares con un alto grado de protección”: 

  • en el caso de los adultos, el factor de protección solar (FPS) debe ser como mínimo de 30;
  • para los niños, es mejor la protección máxima (50+). 

Es mejor preferir las cremas y lociones porque proporcionan una cobertura más uniforme que los sprays, con una aplicación cada 3-4 horas en caso de exposición solar prolongada".

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